s des
i esposo. Estoy comprometida desde que tengo memoria. Ahora, seré la nu
obligados a ser un matrimonio feliz. No conocía sus gustos, n
ueño de amar a alguien con todas mis fuerzas, se esfumó en ese mismo instante. La noche
ños des
incluso a él no le interesaba nada que ocurriera con mi vida. Incluye
, me sacó de mis p
ruso no hizo caso porque accedió de todas maneras. Corrí,
¡Largo! –exclamé y
–comentó y lo o
se saber y él rodó los
con una confiana que jamás le dí. Cargué
da, como si tuvieras algún jodi
sa mía, esto..
tusiasmo en hacerlo. No sentamos en el patio del jardín,
er a tus hijas, la vida de li
buelo, quiere comprobar si en
saber con una
utamente toda la heren
arme desde mi nacimiento a un matrimonio concertado y
perpleja –en unos días estará lista mi silla de ruedas, yo
quise saber por el
n cáncer en los hueso
hijas, mudate aquí. Pero –comenté y l
a –comentó burlón
y él me observó de brazos cruzados con una sonrisa divertid
¿
inclinaba adelante. Lo admito, durante años estuve "enamorada" de este
er alguna hermosa mu
ándolo mal. Emitió un
ensé y suspiré "Solamen
pingo –Espera... ¿estás baboseándote po
e... te detesto y me produce
ojos se cruzaron con los míos, antes de
ido, levantó mi barbilla y pasó con s
a, me gustaría sen
Mis ojos centellaron furia, porque para ser sincera no qu
ta. Suspiré de alivio, no necesitaba
maletas de Mateo. Estaba molesta, no quería tenerlo cerca. Si
to en un traje costozo. Sus oj
untó y lo fulminé con la
lo una mano me detuvo. Mateo, estaba pegado a mí y yo, a la pared. Pude
e rió -¡Sueltame! –chill
ijas –anunció burlon y lo empujé –quiero cogerte, siente –demandó y tom
¡No te atr
s ojos para alejarme -¡Tienes u