dres. Suspiré ¿Por qué había aceptado un pacto tan... patético? Estaba enojada conmigo misma
do se
ano produjo en mí, dolor de cabeza. Apoyé l
ara ponerme de pie y e
on sorpresa –deberás tratarme bien –comentó b
regunté levant
–señaló su espalda y entrecerré lo
almente pero no pude. Me acerqué en
ó -¿Te burlas? Traeré... un hombre a casa también –siseo y sonreí. Él
ntre dientes, y el agarre so
té temblorosa y me so
daño –masculló entr
entándolo con la mirada y él asi
erpo tembloroso antes de alejarme de su vista. Cuando estaba cruzando el pasi
lverme. Al llegar a la puerta, del otro l
té antes que me env
tado? –preguntó en un
bien
¿se ha portado bien contigo? –quiso sabe
on sus abuelos –anuncié mientras ava
ja", malditos
so y se acercó para darme un be
comenté en tono falso y
amó envolviéndo
bien ¿eso es cierto? –preguntó entrec
z que le preguntaba que hacía en llamadas porque a mi, si me inte
r, y con disimulo le pellizqué su costad
a mirada, y le s
os bajaba la mano hasta mi trasero. Mordí mis labios, cuan
a mi casa –comentó y asentí. El mismo se fue luego
ues! –exclamé y él asin
inconveniente –señaló su miembro
ché unos extraños sonidos, y era una persona muy curiosa. Decidí persegui
Hasta que llegué al final y doblé, la habitación del idiota est
é mentalmente. Pero era tarde,