a hacer terriblemente difícil el no repudiar al Marko del pasado, pues tenía
damente tuvo que acomodarse al lado de
ros hundidos y la mirada clavada en la v
olverse a su casa, guardar toda su ropa en una maleta y suplicarles a sus papás que la enviaran a vi
miradas y hasta llegó a esc
lgo t
trelazaban como dos serpientes y había una enorme lampara colgando del techo que era estilo cúpu
tendía nada, eso ni siquiera era español y cuando creía que encontraba
r la confiable: pedir l
uella cosa, Valentina pidió lo mismo, pero presintió que le iban a salir con algo raro
rpresa al ver a un animal abierto y bañado en salsa. Las
os se com
ra alm
loca idea de la joven de estudiar modelaje a escondidas y quería que M
sentía sufrida, quer
ió notar su incomodidad, por
preguntó-. ¿O quieres
taba comiendo la langosta como s
sorbo a su limonada, lo único qu
aste la beca el año pa
umna vertebral. Recordó que Marko la humill
ella, preparada para cualq
sonrió co
hablar sobre lo inteligente que eres -dijo-. Me co
se rub
ontar mis secreto
únicamente me esfuerzo -coment
Marko-, no es fácil ganarse la beca Rumanof y mucho
so que soportó tantos años de burla y a
roseguía Marko con lo que
os internacionales
ó los ojos co
-soltó él-. Así que nos vamos a ver segu
ra perfecta para explotarla. En el banco, Marko se robaba todos sus proyectos, confiaba ciegamente en Valentina y en sus capacidades, llevaría los proyectos a cabo, los cuales iban a prosperar más de lo que él o
nos veamos a diario de ahora
ro mis padres prefirieron que fuera hijo único. -Bajó su mano hasta acariciar una de las mejillas de la joven-. Eres como una muñequita. Eres muy tierna. -Hizo que lo observar
abía caído en gra