caballos, vieron a una joven de cabellos rojizos y ojos violetas con la mirada p
a la bruja! La diosa Selene escuchó nuestras p
acompañados de piedras que volaban hacia ella. Aterrorizada, Aradne vio en los ojos de la gente una mezcla de c
posicionó al lado del caballo de Aradne. Con furia, volvió a jalar la
n a hacerle daño a la chica sin permiso de su rey, se aten
entes. Algunos guerreros estaban aliviados de que su gente no le hicieron daño a Aradne
guna expresión, sintió cómo su corazón se hunde en su pecho y las pocas esperanzas que tenía de salir iles
o entrar en la mansión. Recordó las lágrimas derramadas de su madre por el amor de un hombre que ni siquiera la miraba, y el distanciamiento de su padre hacia él, por una simple ex
acompañado de su amigo, camino a pasos a
urvaron en una sonrisa agria. Luego Gedeón tomaba a la joven por los hombros y la arrastraba hacia él, Nefer fijó sus ojos en los encrespados ojos violetas
s altas de Drion, entre las montañas rocosas, Tal como ordenó su padre he cu
etar los puños con fuerza. Levantó bruscamente la cabeza para echar un vistazo al homb
r. Sin apartar la mirada de Aradne-. Así que tú eres la hija de la bruja que hechizó a mi padre y n
dre adoptiva le había contado y los comentarios que escuchaba en la aldea cuando los guerreros llegaban en busca de jóvenes con su misma aparienci
e! -Las lágrimas inundaron rápidamente sus mejillas. Con temblor en sus manos, se llevó los dedos a
ca -respondió tranquilamente, moviendo la cabeza de un la
palpable en cada palabra que pronunciaba, y la vena que se marcaba en su cuello la hizo senti
una maldición había caído sobre nosotros desde el momento en que tu madre salió de esta mansión. Para disolverla y restaurar todo como antes,
n el fondo sabía que un monstruo
o, que buscaba desesperadamente tomar el control. No podía permitir que eso sucediera. Había pasado mucho
ablar. Se regocijaba internamente al verla indefensa y
bozos. Después, Rams
paré de ella antes de su ejecución -int
no caerás en los hechizos de esta bru
na promesa a tu padre, y soy
a cabeza, dio media
camente por los hombros desde atrás, provocó que ella s
cierres,
irada gélida, la condujo a la parte trasera de la mansión real hacia los calabozos. Bajaron unas tenebrosas
e la
mpasión, la empujó hacia adentro y, sin