ítu
ueva
perderme tres veces y coger la línea equivocada, ahora ya estaba en la avenida principal que daba al edificio. Shanaya me había ayudado, haciéndome un croquis de cómo llegar, pero ni eso me valió. Era una ciudad enorm
mpo y contra el hecho de no llegar ta
riódico y subí hasta la planta que c
tados. Me sentí un poco alienada. Dije buenos días de forma un poco atropellada. Apenas me contestaron tres de ellos. Uno d
e llaman de Jeremy o Jer. Puedes llamarme como quieras. Vengo
lar mi respiración, después de aquella at
es. La que ni esbozó un gesto cuando me vio entrar. Como si no existiera. Era la típica rubia buenorra de las películas. Iba maquillada co
orque no creo que haya personas feas. Pero iba tapada hasta el cuello con unas prendas muy anticuadas y tenía unas gafas de pasta negras, mayores que su cara, que le caían en la punta de la na
er otro becario más, como yo. Y en la misma línea, por último, estaba un chico, también jove
rada para cruzar con la mía. Sus ojos eran tan fríos y penetr
eñor de media edad que se dirigió a toda prisa
ibuir tareas para los próximos meses, y no tendréis más vida propia -dio una carcajada casi siniestra. No obstante, tenía un aire
La rubia hizo una cara de asco tremenda. Estuve a punto de d
eos con él durante la semana, pero era la primera vez que le colocaba cara-. Será nuestra correspondiente de asuntos entre
allí, pero me sentí bastante observada. Asentí con
culos que teníamos que escribir. Ese semestre, cada uno de nosotros iba a ocuparse de una columna específica d
tres idiomas, me dejaron esa parte. Estaba contenta, porque me encantaba el mundo de los negocios y fue una de
la situación cambió. Los tonos de las voces subieron y aho
ú vas a cubrir el caso del gobernador Hendricks. Chiara tú vas a
ampanante-. No. No puede ser
efe bufó y se sentó. Andrew, el chico guapo se reía de forma m
ás y a mí el de la vieja esa. Yo soy la que lleva los casos de las perso
ma despectiva y además de menospreciar mi trabajo. ¿Qué se ha
s discusión sobre mis decisiones. ¿Está claro, señorita Logan? -la m
chico a mi lado, Jeremy que me enseñase las oficinas, mi puesto de trabajo y los procedimientos. Menos mal
una sala abierta donde estaban los restantes compañeros, típico de los periódicos americano
s organizaba mi trabajo, ya en m
s a tomar café afuera, pero hoy está frío y podemos quedarnos