te en mi pecho, excitado por la ola de calor que me corroía todo el cuerpo. Mi piel ardía
ciones con un poco de música que puse en mi reproductor. Me sentía tan viva, que p
pezó a "explicarme" los dichosos trabajos que debía resolver. No tenía ganas de estar en un lugar tan aburrido como la casa, pero eso no significaba que no podía buscar un
en besador y sabe usar la lengua para agudizar esas vibraciones en mi interior. Droga
mecí, ansiosa por sentirlo sin ningún tipo de compasión. Estaba loca, además de drogada, pero eso no le qu
va a descubrir -susurró en mi oido,
r manoseando a la
y me abrí todavía más de piernas-. Pero es difícil contr
rcos llevó su otra mano a su boca e hizo una señal de silencio con su dedo en sus labios, sonriendo de una manera muy perversa mientras me perdí
importaba nada más que no fuera sentirme así de bien, ni siquiera que mi mamá estuviera ahí de espaldas habland
s venas es puro éxtasis que le inyecta adrenalina a mi vida. No me da ni un poco de tristeza por mi mamá, ni por lo que pueda causar
i hay alguien en esta vida que deba sentirse mal, son ellos, pues me empujaron contra el abismo y, en lugar de sostenerme firmemente y guiarme por un ca