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Condena

Condena

5.0
64 Capítulo
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En el mundo nocturno, donde muchas almas se pierden así mismos, Juliana vive su vida al máximo sin importarle nada más que sus adicciones, llevando su cuerpo y su salud contra el borde de un abismo. En una noche de intoxicación y de estar a punto de perder hasta la vida, sus padres, cansados de la vida que lleva su hija, deciden enviarla a otro país con un buen amigo que les asegura enderezar su camino. Lo que no sabía Leonardo era que aquella jovencita que solo busca diversión y fiestas sería su mayor condena.

Capítulo 1 Odio

Nota: ¡Hola, bellezas! Espero se encuentren muy bien. Nos volvemos a leer en un mundo nuevo. Ya saben que cuando hago este tipo de trama me gusta dejar la advertencia para evitarles un mal momento a las que no les gusta.

Esta historia está llena de lenguaje soez, drogadicción, violencia, sexo explícito, etc.

Las actualizaciones serán esporádicas, así que les pido mucha paciencia.

Gracias por darme una nueva oportunidad, por el inmenso apoyo que le das a mi trabajo y por todo el cariño que me depositas al leerme. Agradezco de todo corazón todo lo que me brindas.

Sin más, ¡espero que tengan una lectura apoteósica!

•••

Bogotá D.C, Colombia

Todos me juzgan, me señalan y me critican por la vida que llevo, pero nadie se detiene a preguntarme por qué hago lo que hago. Salir de fiesta y vivir a todo lo que da mi vida es lo único que me ayuda a sacar de la mente esas escenas tan asquerosas y poco gratas que tuve que presenciar hace un tiempo de mi madre.

Desde que mis padres se separaron, no hay día que mi mamá no salga a beber con todas sus amistades. Su hipocresía me tiene cansada, es tan capaz de juzgarme cuando no se ha visto en un espejo. Su capacidad de evadir que cometió un error al dejarse ir por su despecho en lugar de enfocarse en mi hermanito y en mí es tremenda. Su única excusa es que no nos hace falta nada y que, como buenos hijos, lo único que podemos hacer es sacar buenas notas en el colegio.

Tengo diecisiete años y toda mi vida he hecho su santa voluntad, ayudándole en todo lo que ella me pida porque no ha sido fácil su separación con mi padre, pero desde que la vi una noche dejarse tocar de otros hombres mientras ella no podía ni siquiera con su borrachera, esa buena imagen que tenía de ella se esfumó. Comprendí que ella lo único que buscaba era el consuelo en otros brazos. Ahora mismo tiene un muchacho bastante joven, que prácticamente es un par de años mayor que yo, y ella cree que se ve divina a su lado.

Para la edad no hay amor, eso lo tengo bastante claro porque de hecho mi madre es mucho más joven que mi padre, pero ese tal Marcos no me cae ni un poco bien. Ese hombre no me genera ni un poco de confianza y ella está tan ciega por él que no le importa un pepino lo que yo le diga.

Por esa y muchas más razones busqué algo que me hiciera olvidar la actitud de mi madre y de la lejanía y casi abandono de mi padre. Encontré en el trago y en las drogas esa felicidad que tanto buscaba y los convertí en mi zona de confort. Salgo todos los fines de semana con mis amigos y regreso a casa hasta el lunes en la mañana. No regresé al colegio y no creo que tenga caso volver cuando sé que voy a perder el último año del bachillerato. Estudiar no es algo que me mate y tampoco es de mi interés.

Dejé mi cabello rizado caer a mi espalda y ajusté mi corta falda antes de salir de la habitación que comparto con mi hermano. Mi madre no está, pero es normal que no pare un viernes en casa por estar detrás del culo de ese tipo, ya que últimamente la he visto llorar y discutir con él por teléfono.

-¿Vas a salir, Juli? -Alejandro, mi hermano menor por solo dos años, me detuvo.

-Sí.

-¿Vas a llegar muy tarde? Hoy no quiero estar solo -sonrió emocionado-. ¿Por qué no jugamos play como antes?

-¿Johan no viene hoy?

-No, su mamá no lo dejó venir hoy -hizo una mueca-. Vamos, Juli, quédate, ¿sí?

Es imposible negarme a mi hermano y a esos ojos tan bonitos que tiene.

-Está bien -su sonrisa grande y emocionada me alegró la noche-. Pero sin trampas, Alejandro.

-¡No tengo la culpa que seas mala para jugar!

-Juguemos Mario.

Soltó una risita, sacando del cajón del mueble de la sala los discos del play y me acosté en el sofá en espera de que el juego comience.

-Hallo no es tan difícil, solo que disparas a la loca.

-No sé cómo se juega. Además que no sé a quién debo dispararle.

Mientras el juego de Mario cargaba me explicó el juego que considero más difícil. Hace mucho no pasaba un rato con mi hermano y había olvidado lo divertido que es y lo bien que se siente saber que nuestros lazos de hermanos aún siguen intactos.

-Yo soy Mario -agarró el control y bufé.

-Siempre lo eres.

Jugamos por largas horas, comiendo papas de paquete y gaseosa. Mi hermano parecía tener pilas AA incrustadas en su sistema, siempre tiene bastante energía en las noches.

El sueño lo venció a las tres de la mañana y se quedó dormido en el sofá. Lo arropé muy bien con una cobija porque hacía mucho frío y subí a la terraza para contemplar la noche.

La ansiedad de fumar me llevó a hacerlo. Mi madre no estaba y ella solía llegar después de las seis de la mañana. Mi hermano dormía y no había nadie más en la casa que pudiera detenerme. Armé un bareto mientras escuchaba música en mi pequeño reproductor y lo fumé con toda la calma, viendo la luna resplandecer y las pocas estrellas brillar.

Mis amigas y mi novio me enviaron mensajes, pero no respondí a ninguno de ellos. En ese momento quería estar sola en mi soledad y tristeza. Extrañaba mi familia, a mis padres y la buena energía de mi hermano. Me hacía falta todo lo que tenía de niña, pero ya no quedaba nada y tenía que entender que nada duraba para siempre.

El frío calaba mi ropa, más por el hecho de que estaba en una minifalda y una blusa muy escotada, pero el poder de la marihuana me mantenía cálida. La niebla cubría las calles y de repente me dieron muchas ganas de salirme. Debería estar en algún bar de la zona o en el parque tomando y fumando, pero allí me encontraba, ida en mis pensamientos y soyada en la mía.

Un taxi se detuvo frente a la casa y me quedé mirando desde la terraza como mi madre salía muy borracha junto a Marcos. Todo iba bien hasta que llegaron a arruinar mi mente de paz.

No bajé de la terraza ni hice bulla hasta no esperar a que se acostaran. Lo último que quiero es verlos y tener que soportar a mi madre y a ese man tan fastidioso. Cuando el sol ya avisaba su salida, guardé mis cosas en la pretina de mi falda y empecé a bajar las escaleras hacia el segundo piso.

A punto de dar la vuelta por el corredor, me topé de frente con Marcos. Se veía un poco tomado, pero bien. Repasó mi cuerpo con su mirada y se recostó de la pared, cruzándose de brazos.

-¿Estás drogada?

-¿A usted qué le importa si lo estoy? -traté de esquivarlo para entrar a mi cuarto, pero se hizo en el medio del estrecho corredor-. Vaya y joda a su abuela, hijueputa.

-¿Por qué eres tan mal hablada, Juliana?

-Porque sí, sapo.

Soltó una risita, relamiendo sus labios.

-Eres una niña bastante grosera.

-Si no me dice no me doy cuenta -resoplé-. Quite de ahí que tengo sueño.

-Tu mamá se preocupa mucho por ustedes y tú no lo valoras -soltó y reí.

-Vaya forma de preocuparse por nosotros, tirándose a un hombre mucho menor que ella y llegando a la casa toda borracha -lo miré con todo el odio que sentía en mi corazón.

-Trabaja muy duro para sacarlos adelante y está en todo el derecho de relajarse un poco.

-Y nadie dice que no, pero hace mucho dejó ir el papel de madre. No entiendo qué hago hablando de esto con usted.

-Podemos ser amigos -puso su mano en mi hombro y la empujé-. Es más, yo te entiendo mejor que nadie.

-¿Sabe qué? -me acerqué a él y lo miré fijamente a los ojos-. Cómase un cerro de mierda, sapo -lo empujé con todas mis fuerzas y entré a mi cuarto.

No soporto a ese sapo. Faltaba más que ahora quiera convertirse en mi amigo y quiera hablarme sobre lo que mi madre hace bien, tratando de cubrir todos las fallas con el hecho de que no nos falta nada. ¿Acaso no se da cuenta lo mucho que lo odio y no lo soporto?

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Recién lanzado: Capítulo 64 Epílogo   10-29 13:38
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1 Capítulo 1 Odio
12/10/2024
2 Capítulo 2 Indefensa
12/10/2024
3 Capítulo 3 Furia
12/10/2024
8 Capítulo 8 Culpables
12/10/2024
9 Capítulo 9 Amargura
12/10/2024
12 Capítulo 12 Límite
12/10/2024
14 Capítulo 14 Ayuda
12/10/2024
18 Capítulo 18 Infierno
12/10/2024
19 Capítulo 19 Fracasada
12/10/2024
20 Capítulo 20 Perdón
12/10/2024
21 Capítulo 21 Amistad
12/10/2024
24 Capítulo 24 Confianza
12/10/2024
27 Capítulo 27 Apoyo
12/10/2024
28 Capítulo 28 Mal día
12/10/2024
30 Capítulo 30 Reglas
12/10/2024
31 Capítulo 31 Nervios
12/10/2024
34 Capítulo 34 Distancia
12/10/2024
35 Capítulo 35 Gusto
12/10/2024
36 Capítulo 36 Imposible
12/10/2024
37 Capítulo 37 Molestia
12/10/2024
39 Capítulo 39 Me gustas
12/10/2024
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