víspera de su noche de bodas, una mujer casada pero aún virgen, sin saber qué esperar. Miró a su al
tariamente, sintiendo la tensión eléctrica que crecía entre ellos. Durante la ceremonia, habían mantenido las aparienc
nder, en un tono que intentaba sonar s
ndo de ella, claramente no estab
isual. -Yo... no estoy segura -admitió en voz baja,
fija en ella. -Somos marido y mujer ahora
ber conyugal. Era lo que se esperaba de ella, lo que se esperaba de todas
to más tiempo -suplicó, encogiéndos
ensó, y Lauren pudo ver la fru
tenemos todo el tiempo del m
pensó que podría zafarse de aquella obligación. Pero ese
ende -imploró, dando un paso atrás, como un
aso al frente, ace
-Su voz se elevó, revelando la creciente irritación-. ¿Crees que
ntiendo cómo los ojos se
do los dientes, a lo que él soltó una
ades que obtuvieron gracias a esto. Eres una aprovechada que no ha perdido el tiemp
agó con
edo -admitió en voz baja,
tensidad y algo más que
i esposa ahora, Lauren.
der eran como dagas que se hundían en su alma. Deber. Compla
ito más tiempo. Yo... no pue
esión tornándose más dura. Luego, sin previo aviso, se
ó, su voz grave y firme-. Eres m
la cama. Intentó resistirse, pero él era más fuerte. Su corazón latía con fu
vestido de novia, ignorando los sollozos y los ruegos de Lauren. Ella se
como emocional. Gritó, suplicando que se detuviera, pero sus gritos se ahogaron en los sonidos de la noche. Lágrim
yacía en la cama, deshecha en llanto, y un atisbo de remordimiento cruzó por su rostro. Sin decir una
ía sucia, rota, traicionada. Todo lo que había temido se había hecho realidad, y
tió en la nada, en cenizas... condenada a vivir en las sombras de una relación que nunca eligió
*
una avalancha, cada una de las imágenes regresaron a su cabeza y la conde
deseo fue cerrar los ojos y no
habitación encerrada. No era necesario preguntar pa
a hacerlo. ¿Por qué comería si su vida seguiría siendo igual de detestable? Morir se pin
se animaba con lágrimas en los
bil Lauren sostuvo la mirada de su marido y suspiró.
egañó -. Me haces esto porque quieres ver el mu
lo, él se apretó el tabique de la nariz -
si eso es lo
ió de allí de
r el alimento frío, porque a pesar de la situac