re respiraciones agitadas-. Si logran quitarnos la
mientras miraba hacia adelante, tratando de encontrar un camino seguro-
tenue luz de las antorchas que habían traído parpadeaba, proyectando sombras alargadas que parecían cobrar vida propia. Det
vo a Mario, señalando una a
es angosto, tal vez podam
o, Mario y Valenzuela lograron mover una gran roca para cerrar parcialmente la entrada. No
a, esforzándose por recuperar el aliento mientra
el camino que habían dejado atrás-. Nos separamos de él en l
o la idea de haberlo dejado atrás, posiblemente en peligro, los atormentaba. Sin embargo, ambos sabían que quedarse era un riesgo que no
que tenemos aquí -señaló la caja que Mario sostenía- es lo que nos trajo hasta este lugar. La Hermandad ha cu
ambos miraron expectantes su contenido: una esfera de cristal azulada, que emitía un suave resplandor en la oscuridad. La esfera parecía est
algo así -susurró
os de la esfera-. Las leyendas hablaban de objetos que contenían "fr
redes de piedra. Mario sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Era el mismo canto s
zuela, cerrando la caja apresuradamente-.
ía de guía en medio de la penumbra. Pronto, el estrecho pasadizo se fue ampliando hasta llevarlos a una cámara amplia y cir
corriendo la sala con la mirada. Los grabados en el t
los lugares donde la Hermandad se reunía para comunicarse con fuerzas superiore
l símbolo de la Hermandad: el sol y la luna entrelazados. Colocó la caja sobre el pedestal y, al hacer
de la esfera proyectaba sombras que parecían movers
miraron con asombro mientras la luz proyectaba símbolos y palabras en el aire, como si les h
a otro plano" y sobre una amenaza que fue encerrada hace si
a esfera contenía respuestas, pero también parecí
artar la mirada de las palabras que aparecían y desaparecían en el aire-. ¿Y si esta
ó con una expresi
ertas como candados. Si las juntamos todas, podríamos
mover la roca y se acercaban. Las figuras oscuras surgieron desde la entrada, sus rostros ocultos bajo
mbre con voz solemne-. No entienden lo
delante, encarando al lí
umanidad tiene derecho a conocer su historia, y si estas reliquias pueden
escapar una
ecretos que no fueron hechos para ser descubiert
a de energía que impactó contra el suelo, haciendo que Mario y Valenzuela retrocedieran. L
nzuela, empujándolo en dire
e sus perseguidores resonar en los túneles. Valenzuela se quedó detrás, distrayendo a los encapuchados y enfr
inal del túnel, la luz del día comenzó a filtrarse, iluminando un camino hacia la libertad. Con
dos, con la respiración agitada y el corazón acelerado. La preocupación crecía en su pecho, y estaba a punto de regresar
de retenerlos por mucho tiempo, pero al menos tenemos la esfera. La Hermandad
Mario, mirando la esfera, qu
a Hermandad y sus secretos permanecen intactos. Debemos ir allí. Ahí podremos estud
d y su líder seguían tras ellos, y las respuestas aún eran escasas