e la serie Infierno, las cu
1: I
2: D
3: N
*
. Hace un año cuando Jeray decidió crear su propia empresa, he de confesar que tenía muchas dudas, pero hoy en día pue
él, que nosotros también hemos aportad
eray ha usado todo su gran cerebro y sus
si nos tratáramos de insignificantes hormigas -le recriminó de nuevo el castaño-. Ade
momento tenía todo lo que deseaba y no descansaría ni un instante para hacer crece
cuatro tragos e instándolos a ponerse de pie-. Por un imp
ebieron de un solo golpe, antes de que Jolie vo
barra y se enrolló con ella al instante. Jeray, como de esperarse, se mantuvo en silencio y riendo una que otra vez
ia despertaba en su interior. No solo era la química que existía entre ellos, la forma en que se coqueteaban con tant
ecordaba cuándo se había enamorado de ella, pero podía dar fe de que, desde el primer día en que la vio, q
no veo el muerto por ninguno lado. El único que está disfrutando y tiene ligue es Ki
ay sin dar tre
a con ella, su mejor amigo lo frenaba. Para Jeray, Jolie era como una hermanita pequeña, alguien q
pie y le tendió la mano como todo un
nriendo con picardía, dejó su mano sobre la de él
u cuerpo y sus brazos, acercándolo lo más que pudo hacia sí para
y a un mismo son, disfrutando de la cercanía y sintiendo que su corazón iba más rá
labios, sino aquella piel tan hermosa y blanca que se veía a la vista de su diminuto vestido. Sus curvas lo estaban enloque
e era. Lo alto que era hacia que su porte se viera más distinguido, más atlético, más sexi. Sus brazos anchos, sus ojos oscuros y su c
a un aura diferente a la de ellos. No solo era atractivo, su mirada acechaba paciente como
us despertaba todo su interés. Era el tipo de hombre que le gustaba, y si no fuera porque era uno de
la vuelta y bamboleó la cadera de un lado a otro, realizando movi
l de controlarse cuando la chica parecía moverse con toda la mala intención de provocarlo. Aunque él intentaba alejarse un poco de ella para que no sintiera lo que e
ón de llevar sus dedos y frotarse mientras sentía la dureza en su trasero, pero no quería ser tan desvergonzada.
su vientre bajo, sintiendo un intenso calor en su cuerpo y un
funda, pellizcando sus caderas con suavidad, y provocand
una de sus manos por el costado de su cuerpo-. Ten mucho cuidado por d
que la caricia que estaba dejando el recorrido de su ma
dote, brujita -realizó un círculo con su dedo pulgar, ha
arrime y salga
pués no vas a hacerte c
lo agarró de la camisa, acercándolo y rozando sus alientos cálidos. Sus cuerpos
me cargo, ¿tienes al
do hasta que el deseo y
sin importar en el lugar en que estaban y desfoga
uería beber de un soplo y Jolie necesitaba seguir probando una boca deliciosa
u cuerpo, haciéndola sentir lo duro que estaba a causa del roce frenético de sus labios y la intromisión malicio
echo y de sentirlo estremecer en cada caricia que sus m
anos. Jolie sonrió al tocar directamente su prominente erección por encima de la tela de
oblemas si nos llega
to o en algún lugar donde podamos coger -pro
eray y Kian los vieran, salieron del cl
se tocaron sin reservas. Estaban ebrios, calientes y sin intención algun
o tiempo que perder, se perdieron en el inte
otró contra las paredes metálicas del ascensor en cuanto estas se cerr
abios apresados por sus dientes-. ¿Tien
n de su camisa y le sonrió maliciosa-. En lugar de hablar tanto, usa es
e quejido y que ella guiara su mano a su verga y la presionara con la misma fuerza en que él
yo te estrangu
a bruja, sino un
o por encima de la diminuta prenda. Aún por encima de la tela se sentía tan cal
ascensor y entraron a la habitación sin más, envueltos entre besos y mordidas que des
la quitaron entre besos apasionados y t
co movimiento sobre alguna superficie alta que encontró. Le abrió las piernas d
nte su encharcado coño, tan hambriento que Jolie se sintió rebasada ante el salvajismo con que movía su lengua en su interior, la succion
do con su cordura y sus nervios de tal manera que se
endo ruidosamente a la par que movía la cadera, tras las olas de placer que la golpeaban sin
tre sus piernas mientras él, excitado y d
hinchado y lo llevó por su hendidura, contoneando el cuerpo, invitándolo a penetrarla si
lo cierto es que... -la tomó de la cadera y entró en ella de un golpe, tan profun
a la forma en que entraba y salía de ella. Su falo se humedecía con sus fluidos
umulando a gran velocidad mientras era empatada con mayor rudeza. Entre tanto acariciaba el falo
oger así de rico -le dijo ella, mirándolo fijamente a
urró Darius, resoplando y sintiendo que
ce
su culo en pompa y la conectó al instante, haciendo que se mojara aún m
en la piel de la chica y, entre cada azote que dejaba e
*
olorido y algo desorientada al no reconoc
i siquiera lograba recordar todo lo que había hecho con Darius y si seguían en el hotel o en dónde estaba, pero tenía en su me
mujer sorprendida por unos cuantos segundos, a
tu lado no quiere de
acariciando el hermoso anillo que rodeaba su dedo, quedando esta tan perplej
te ser m
de quitarse el anillo mientras se levantaba de la cama a toda velocid
o y darte el tercer orgasmo de la noche. No me ve
dejaba en claro que no estaba bromeando. Recordaba muy pocas cosas, ya que después de salir del hotel habían bebid
l aire con brusquedad-. ¿