Amor, Ambición y traición

ores de basura de una lujosa mansión, un joven de 19 años revolvía entre desechos en busca de algo que le permitiera sobrevivir un día más. Habí

omo de la mansión, un hombre alto y serio, con los ojos fijos en él. Antes

con

ior de la mansión. Lo condujo a una sala elegante, donde un hombre de aspecto imponente, vest

l millonario, con una leve sonrisa que no alcanzaba sus

latía rápido. El millonario se lev

de dejar atrás lo que eres ahora. Pero debo advertirte: cualquier decisión que tome

as el joven se debatía entre el miedo

sobre él. Nunca había tenido oportunidades reales en la vida, y ahora, en el momento má

reguntó con la voz rota, intentando son

sta vez con un destello

podrías ascender mucho más rápido de lo que imaginas. Pero, como dije, no todo es gratis. Cada e

lí para tener otra vida de miseria. Si aceptaba, tal vez tendría que

mpezó a decir, su voz casi

mantenía firme y en silencio cerca de la p

ón-. Vuelves a esa vida que ya conoces.

en las sombras, buscando en la basura, sobreviviendo de sobras y sin un futuro claro

su voz firme aunque sent

erado esa respuesta desde el principio. Luego, con un

. Pero antes de comenzar, hay algo que debes

el ceño, sintie

reguntó, dudando si debía

rcó y le tendió una

lta al otro lado de la habitación-, hay algo que necesi

esperaba al otro lado de esa puerta, pero algo en la manera en que el m

vida acababa de comenzar,

ndo en la sala. Cada vez que se acercaba más, sentía una tensión indescriptible. ¿Q

o joven, de la misma edad que él. La mirada del joven sentado era tranquila, pero había algo en sus ojos, como

era clara, brutal y definitiva: si quería cambiar su vida d

ta. El millonario había sido claro, toda decisión tendr

terminado allí? Ninguna de esas preguntas parecía importar en ese momento. Lo único que est

bía pensado en quitarle la vida a nadie. Pero entonces, como un veneno en su interior, comenzó a recordar las palabras del millonario. Las

lo despertó a la cruda realidad de lo que estaba a punto de hacer. Miró al joven en la silla por última vez,

apenas capaz de pro

erte "bang" resonó en la habitación, sacudiéndolo hasta lo más profundo d

aba inmóvil, su vida extinguida en un instante.

Sabía que nunca sería el mismo, que esa acción había sellado su destino. Pe

puerta, observándolo con una

el joven acabara de completar una simple ta

en shock, solo

a elección tiene un precio. Ahora, prep