img Entre las sombras del corazón  /  Capítulo 4 Encuentro Inesperado | 80.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 4 Encuentro Inesperado

Palabras:1184    |    Actualizado en: 20/11/2024

ctiva d

ente lo hizo, sentí una mezcla extraña entre alivio y... vacío. Era el momento del día en que solíamos encontrarnos, so

e había sido mi refugio, pero hoy me pareció distante, como si no llegara hasta su

en la mejilla, pero no era el beso cálido y cercano que recordaba. Era un b

de sonreír sin que mi voz

haqueta con una despreocupación que me hizo senti

e fuera más interesante que el hombre que tenía frente a mí. ¿Qué estaba pasando? Ariel había sido mi primer amo

ctitud, pero sin preguntarme realmente qué sucedía. Su tono era suave, casi dis

lo directamente. No podía, no con él tan cerca, no

su movimiento que me hizo darme cuenta de lo que estaba sucediendo. Este beso, esta cercanía, ya no me emoci

amos actuando una escena de una obra de teatro que ambos sabíamos que ya no tenía sentido. Fue un roce breve, sin pa

mi atención hacia otro tema. Mi mente seguía atrapada en Max, en la manera en q

n una leve sonri

o. No quería que sonara como un reproche, pero tampoco podía evitar

Solo estaba mostrando las c

tiempo con ella no tuviera ninguna implicación. Pero yo lo sabía. Lo sentía. Algo

enta de lo directa que había sido. Me sentí un poco incómoda

regunta fuera inesperada, pero no peligrosa. "Maya,

a figura distante en su vida llena de "cosas importantes". Y mientras él se perdía en

scutir, para pedirle lo que ya no podía da

esto se redujera a un simple susurro, una n

nsiderando mis palabras, pero al final, simplemente se levantó y fue haci

me sentía

ectiva

a a través del cristal del café donde me encontraba ahora, con la mirada fija en el paisaje urbano, pero realmente mirando la figura de Maya en mi mente

rillaban cuando hablaba del arte, que me hizo sentir que había algo más en ella d

también se reflejaba en sus ojos. Necesitaba saber más, explorar e

ra en que sus dedos rozaban los marcos de las pinturas, como si estuviera buscando algo que aún no había encontrado. Su pres

con la calma de quien sabe que cada palabra podría

or un momento. "Es... hermosa, pero habla de la sole

e entonces cuando supe que no era solo arte lo que me atraía de Maya. Era ella, e

rle, sin poder ocultar lo que sentía. "La

egundo, el mundo a nuestro alrededor des

s", dije, con una sonrisa que

que no podía ser ignorado, algo que ya ha

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY