comienza y
eces frente al espejo, pero en ese momento, su mente parecía
jado con varias empresas de renombre en proyectos de branding y diseño de interiores. Mi objet
Simplemente continuó mirándola como si p
preguntó el otro hombre, quien parecía menos i
mirada de Cael a
stria. Quiero ser parte de un equipo que valore la innovación y la excelencia,
ara sus propios oídos, pero el silencio que
? -preguntó con frialdad, recargándose ligeramente en su silla. Sus o
a no
s desafíos y creo que la presión sol
siderando sus palabras. Finalmente, hizo un ge
arios. Veremos si es ta
estaba lejos de estar a salvo. Mientras seguía a la mujer fuera de la oficina, sintió cómo su corazó
curiosidad. Axara alzó la barbilla, intentando proyectar confianza. Si
la voy a desperdiciar, pensó mient
para procesar todo lo que había pasado esa mañana en la entrevista. A pesar de los nervios que la habían consumido, lo había logrado: consiguió el pues
rtamento era modesto, apenas un espacio suficiente para ella sola. Pero, a pesar de ser pequeño, era su refugio, un luga
colocaba en el refrigerador. Había comprado lo básico: leche, pan, algo de queso y una pequeña porción de pollo. No podía dar
ión en su celular. Secándose las manos con un paño, sacó el teléfono del bolsillo d
sido elegida como asistente personal del señor Cael Van Der
de leer el mensaje. Dejó el celular sobre
. No podía creerlo. Cuando se presentó a la entrevista, había entendido que el puesto sería en el área de diseñ