img La Flor del Magnate  /  Capítulo 3 Robarse a la novia | 2.97%
Instalar App
Historia

Capítulo 3 Robarse a la novia

Palabras:1735    |    Actualizado en: 25/01/2025

. La sala estaba llena de flores y luces, un escenario perfecto para la boda que se suponía celebraría el amor entre Ha-na y su prometido. Sin embargo, para él, todo aquello er

nida, un tamborileo constante qu

la forma en que había sonreído, esa mirada que le había dado y que se le quedó grabada como una marca de fuego en su alma. Pero ella probablemente no lo recordaba. No como él la recordaba a ella. La vida había seguido su curso y Ha-na tomado un camino que no lo incluía. Era aceptable, porque solo habían tratado en aquella oportunidad de una manera inusua

feliz con él, lo aceptaría. La dejaría ir, aunque le arrancara el corazón. Pero cuando vio proyectarse aquel video, cuando escuchó las palabras repugnantes del hombre que pretendía ser su esposo, todo su autocontrol se hizo añicos. La furia se encend

vio romperse. Ha-na, la mujer fuerte y digna que siempre había admirado estaba ahora rota en medio de esa tarima, sus lágrimas fluyendo silenciosamente bajo el velo blanco. En ese momento, supo que no podía permanecer quieto un segundo

ud, como un océano de sombras y murmullos, se desvaneció en su mente. Solo existían ella y él. El rostro de Hana se volvió más nítido a medida que se acercaba, su expresión era una mezcla de dolor y desconci

desvaneció. El tiempo se detuvo. Vio el miedo y la tristeza en los ojos de Ha-na, pero también vio algo más. Una chispa, un destello de algo que él había deseado ver durante tanto tiem

abrasador, lleno de todas las emociones que había reprimido durante tanto. Sentía su cuerpo temblar bajo su contacto, una mezcla de sorpresa, confusión y deseo que lo alimentaba aún más. Se entregó a ese ósculo, vertiendo en él todo lo que

có un escalofrío que recorrió todo su ser. Cada fibra de su cuerpo vibraba con una intensidad que lo hacía sentir vivo como nunca antes. El mundo podía arder en ese momento y no le habría importado. So

d del beso. Había confusión en su mirada, sí, pero también algo más profundo, una conexión que él había estado esperando toda su

ada de una seguridad inquebrantable-. No puedes casarte con nadie

mano, sus dedos acariciando suavemente la mejilla húmeda de Hana. La sintió temblar bajo su toque, pero no se retiró. Sus propios labios se curvaron en una leve sonrisa, una que reflejaba

o de sus ojos aún empañados por las lágrimas... Todo eso le provocaba una oleada de emociones tan intensas que amenazaban con de

barte, Ha-na, mi flor -dijo Hei

cesa y como si fuera su esposa. Caminó por la gran tarima blanca a

hija. Yo la cuidaré -dijo él con una frialdad y poderío absoluto, tam

con una mezcla de cuidado y autoridad, como si fuera la joya más preciada que había decidido proteger a cualquier costo

ridad de la carretera se extendía ante ellos como un lienzo vacío, y él lo veía como el comienzo de algo nuevo, una oportunidad para arrebatar del destino lo que si

pertenecía. Había ido a ese lugar con la intención de observar, de ser testigo de su felicidad, pero no había sido capaz de contenerse cuando vio su mundo hecho pedazos ante sus propios ojos. Ahora, al sentir

ía. Ha-na estaba a salvo con él ahora, lejos de las miradas inquisitivas, lejos de las traiciones. Giró la cabeza por un breve instante para verla. Estaba allí, inmóvil, con sus ojos oscuros, sorprendidos mirando hacia adelante, probablemente sin saber qué pensa

img

Contenido

Capítulo 1 Prefacio: La verdad Capítulo 2 El ladrón de besos Capítulo 3 Robarse a la novia Capítulo 4 La huida Capítulo 5 La tienda de ropa Capítulo 6 Los postres Capítulo 7 El peligro Capítulo 8 La fuerte Capítulo 9 El club Capítulo 10 El descanso Capítulo 11 La petición
Capítulo 12 El recuerdo
Capítulo 13 La identidad
Capítulo 14 El contrato
Capítulo 15 La molestia
Capítulo 16 El sol
Capítulo 17 La atención
Capítulo 18 El desayuno
Capítulo 19 La tormenta
Capítulo 20 La postura
Capítulo 21 La negación
Capítulo 22 La espera
Capítulo 23 En contrarreloj
Capítulo 24 El impulso
Capítulo 25 La bofetada
Capítulo 26 La mudanza
Capítulo 27 Estoy loco
Capítulo 28 El ósculo
Capítulo 29 Nuevo jefe
Capítulo 30 El pendiente
Capítulo 31 Lo acordado
Capítulo 32 El segundo
Capítulo 33 El trabajo
Capítulo 34 El cumplimiento
Capítulo 35 Sin límites
Capítulo 36 El fervor
Capítulo 37 El portafolios
Capítulo 38 Los sabores
Capítulo 39 La cotidianidad
Capítulo 40 Fines de semana
Capítulo 41 El gimnasio
Capítulo 42 La posición
Capítulo 43 La intensidad
Capítulo 44 El mes
Capítulo 45 La ebriedad
Capítulo 46 Las palabras
Capítulo 47 La frialdad
Capítulo 48 El nuevo
Capítulo 49 Los hermanos
Capítulo 50 El informe
Capítulo 51 El deseo
Capítulo 52 Los cuartos
Capítulo 53 Los padres
Capítulo 54 Los tragos
Capítulo 55 La búsqueda
Capítulo 56 El baño
Capítulo 57 Lo que siento
Capítulo 58 La empresa
Capítulo 59 El atrevimiento
Capítulo 60 La discusión
Capítulo 61 En los cuartos
Capítulo 62 Los enojados
Capítulo 63 El papel
Capítulo 64 La hoja
Capítulo 65 El acorralamiento
Capítulo 66 El instinto
Capítulo 67 Ley del hielo
Capítulo 68 La incomodidad
Capítulo 69 La diosa
Capítulo 70 El saludo
Capítulo 71 Los estiramientos
Capítulo 72 El dilema
Capítulo 73 La comida
Capítulo 74 Las compras
Capítulo 75 El avistamiento
Capítulo 76 El impostor
Capítulo 77 La proposición
Capítulo 78 Cita doble
Capítulo 79 El espacio
Capítulo 80 El reclamo
Capítulo 81 El alzamiento
Capítulo 82 Estoy loca
Capítulo 83 El diálogo
Capítulo 84 Platos fuertes
Capítulo 85 El recorrido
Capítulo 86 Edificio mirador
Capítulo 87 Sin definición
Capítulo 88 Nuevas posibilidades
Capítulo 89 La voluntad
Capítulo 90 El control
Capítulo 91 La presa
Capítulo 92 Nueva fase
Capítulo 93 La conexión
Capítulo 94 El cordero
Capítulo 95 La llave
Capítulo 96 Por poseerte
Capítulo 97 El roce
Capítulo 98 El acceso
Capítulo 99 Sin retorno
Capítulo 100 El espacio
img
  /  2
img
Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY