fé permanecía intacto sobre la mesa mientras esperaba ansiosamente la llamada del hombre a quien había contratado. El desconocido
vibró, Claudia re
ulos, su voz es firme, aunque contenía un n
una voz masculina, seca y profesional-. Pero déjeme
a dio un vuelco, per
protejas de la verdad. Envíame
su teléfono emitió un
l hacerlo, sintió como si el
oras: Leonardo y Sofía, juntos en un mo
abia luchó por impon
o estaba preparada para recibir. Cerró los ojos, intentando ordenar sus pensamientos. Esto no era solo una trai
r el número de
saber todo lo que sabes de ella
omo su secretaria ejecutiva desde hace tres años. Vive sola en un apar
tó el teléfo
i alguien más está involucrado, si hay más mentiras qu
olgaba, no podía evitar sentir que algo más oscuro estaba en juego. Había algo en esa Sofía que no encajaba del todo.
Sus hijos jugaban en la distancia, aunque ya hubieran pasado por su niñez, ellos se amaban, y disfrutaban jugar juntos c
mics, Leonardo revisaba un correo en su ofici
r -dijo ella, cerrando
tó él, levantando la
vez lo que iba a revelar terminaría por arruinar, fuera cua
sajes extraños. Alg
pidez y comenzando a molestarse de saber que ni siquiera en su propia oficin
ipo de
recibido la noche anterior. Leonardo los leyó en
rmuró finalmente, dev
-preguntó Sofía, la preocup
aunque su mente ya estaba tra
lga de control. Nadie debe enterarse. Haré que alg
rofundo se estaba gestando. La paranoia comenzaba a inva
ón, Claudia revisaba
olo le permitiría descubrir toda la verdad, sino también
tán metiendo.", pensó, mientras su mirada se endurec
to, y el tablero pronto sería
audia sentía que su paciencia se desgasta
e su teléfono, cada detalle de las fotografías
a entre él y Sofía... todo era una burla al
onardo era mutuo y sería hasta la tumba,
e cuero donde anotaba pensamientos importante
un nombre: "Sofía Martínez", rodeánd
sin consecuencias, está muy equivocada -murmuró
n silencio mientras Sofía lo observaba, inquieta. La culpa y el temor se ent
mí -dijo Leonardo finalmente, tomando su mano con una
ró la mano
s lo que podría hacer. Tiene recursos, contac
suspiró,
demás, no es la primera vez que enfrento problemas como este.
iró con in
epitió en voz baja, sintie
do la pregunta. Su enfoque estaba claro: mantener a Clau
nza, Mónica Delgado, una mujer conocida por su habilidad para resolver ca
que vengas a la
tó la abogada, percibiendo
o, y quiero asegurarme de que, cuando es
recibió en el estudio, donde las fotografías y los mensa
udia mientras le entregaba las pruebas-. No solo quiero pro
atención, su expresión es p
No solo a nivel emocional, sino también legal. ¿Estás segura de que quieres seguir adelante? Ya sabes como es
ntió con de
do más segura
ndiendo que su clienta estaba lista pa
un acto impulsivo, sino un juego de estrategia que estaba