LA MUJER DE MI HERMANO

s amigas la habían metido. Brenda y Rebeca, con la mejor de las intenciones, pero sin su consentimi

argo, parecían convencidas de que eso era justo lo que ella necesitaba. De las tres, Victoria era la única convencida de que un hombre no era una pieza clave en el rompecabezas de

manera, libre de so

igas habían planeado sin su aprobación. El sonido del claxon del auto de Brenda la sacó de sus cavilaciones. Hel

¡Vas a llegar tarde a tu cita con Guapo30! excla

¿A quién se le ocurre? murmuró V

y guapo. Tiene todo el derecho del mundo a ese a

n a resultar en algo positivo. "No creo que esas fotos sean reales. Ustedes también mintieron en la informa

sa un tanto sencilla, su cabello recogido en una coleta alta que dejaba ver su rostro sin maquillaje. Decidida a enfrentar la situación con la cabeza e

s: era realmente guapo. Pero lo que captó la atención de Victoria no fue su apariencia, sino la calidez de

dijo con una voz más fi

somos amigas de Victoria. Continu

o que ya saben que me dicen Guapo30,