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Brenda y Rebeca, al ver que su amiga Victoria estaba soltera y ya tenía 20 años, decidieron inscribirla en un sitio de citas para encontrarle al hombre que le "desordenara" la vida. Andrés Castillo, un importante empresario de la ciudad, viudo desde hace unos años, fue inscrito en el mismo sitio por su hermano. Decidió encontrarse con la chica cuyo perfil le atraía, pero solo para que su hermano lo dejara en paz. No tenía muchas expectativas y, al igual que Victoria, pensaba que nadie encontraba el amor en estos sitios. Cuando Victoria acudió a la cita, se sorprendió al ver que Andrés era mucho más guapo de lo que imaginaba, pero las cosas no sucedieron como ella esperaba. Andrés se fijó en una de sus amigas, quien no dejaba de coquetear con él desde el principio, especialmente al darse cuenta de que tenía mucho dinero. Victoria, sintiendo la humillación, decidió huir, convencida de que no era lo suficientemente bella como para competir con su ahora examiga. Mientras tanto, Andrés trataba de superar la pérdida de su es-posa, quien había muerto en un accidente causado por unos jóvenes irresponsables. Se acercó a Brenda, su nueva adquisición. Sin embargo, Victoria no se rindió. Decidió encontrar el ver-dadero sentido de su vida y se transformó en una mujer imponente, logrando incluso integrarse en la adinerada familia Cas-tillo, antes que su examiga Brenda. Ahora, llevando el apellido Castillo y compartiendo la mesa con la amiga que la traicionó y con el hombre que la despreciaba, Victoria se plantea si debe vengarse de ellos o dejar todo como está. Pero hay un secreto oculto: ¿Quiénes fueron los jóvenes responsables del accidente que mató a la esposa de Andrés? Cuando los descubra, ¿cumplirá el juramento que le hizo a su esposa en su lecho de muerte de que harían pagar a los culpables por cada lágrima y sufrimiento que causaron? ¿Se arrepentirá Victoria de haberse unido a esta familia? Todo lo sabremos al leer esta apasionante historia, "La mujer de mi hermano".
Victoria se encontraba sumida en sus pensamientos, revolviendo en su mente el embrollo en el que sus amigas la habían metido. Brenda y Rebeca, con la mejor de las intenciones, pero sin su consentimiento, la habían inscrito en un sitio de citas en línea, prometiéndole encontrarle el novio perfecto.
"¡Un novio, por el amor de Dios!" pensaba Victoria, mientras se miraba en el espejo de su habitación desordenada. No estaba en busca de un compañero romántico; sus amigas, sin embargo, parecían convencidas de que eso era justo lo que ella necesitaba. De las tres, Victoria era la única convencida de que un hombre no era una pieza clave en el rompecabezas de su vida en ese momento. A sus 20 años, inmersa en la vida universitaria y destacándose como una de las mejores de su clase, tenía otros planes: disfrutar, bailar, comer, pasear y
vivir la vida a su manera, libre de sobresaltos y estrés.
Acostada en su cama, rodeada de montañas de ropa, Victoria intentaba decidir qué ponerse para la cita que sus amigas habían planeado sin su aprobación. El sonido del claxon del auto de Brenda la sacó de sus cavilaciones. Helena, su tía, le gritó desde la cocina que sus amigas ya estaban subiendo por las escaleras hacia su habitación.
__ ¿Aún no estás lista? ¿En qué estás pensando? ¡Vas a llegar tarde a tu cita con Guapo30! exclamó Brenda con una mezcla de emoción y reproche.
__ ¡Qué cursi ese apodo, Guapo30! ¿A quién se le ocurre? murmuró Victoria, con una mueca de desdén.
__Pues se le ocurrió a él, y, además, es muy, muy guapo. Tiene todo el derecho del mundo a ese apodo, defendió Rebeca, con una sonrisa cómplice.
Victoria no podía creer que las fotos y la información que sus amigas habían subido al sitio de citas fueran a resultar en algo positivo. "No creo que esas fotos sean reales. Ustedes también mintieron en la información y llenaron de filtros mis fotos. ¿Qué va a pensar ese hombre cuando me vea?" expresó con preocupación.
La cita estaba programada en un pequeño café del centro, conocido por su ambiente acogedor y su excelente café. Victoria llegó con unos jeans y una blusa un tanto sencilla, su cabello recogido en una coleta alta que dejaba ver su rostro sin maquillaje. Decidida a enfrentar la situación con la cabeza en alto, entró al café buscando a Guapo30, por supuesto no iba sola, sus dos amigas caminaban a su lado en la búsqueda del aquel guapo y perfecto hombre.
Lo encontraron sentado en una mesa junto a la ventana, su perfil coincidía con las fotos del sitio de citas: era realmente guapo. Pero lo que captó la atención de Victoria no fue su apariencia, sino la calidez de su sonrisa al darle las gracias a la mesera por la prestación de su servicio al llevarle una copa de vino.
__ Hola, soy Victoria, dijo con una voz más firme de lo que se sentía.
__ Yo soy Brenda y ella es Rebeca, somos amigas de Victoria. Continuó Brenda interrumpiendo a Victoria.
__Encantado, soy Andrés, pero supongo que ya saben que me dicen Guapo30, respondió él con una risa contagiosa.
A veces el amor aparece de la manera más inesperada y en la forma de la persona menos pensada. Para Daniel, la vida a sus 40 años es una rutina entre sus tres hijos y su cargo de CEO de la empresa familiar. El fallecimiento de su esposa lo deja inmerso en la tristeza; creando, con el correr de los años, una coraza fría a su alrededor. Deanna tiene una vida normal, trabaja medio tiempo y estudia en la Universidad de Artes porque quiere lograr su sueño: cantar en la ópera. Solo le falta un año para terminar su carrera cuando su amigo Harry le pide ayuda desesperado. Una antigua regla familiar le impide casarse con su novia, la cual está embarazada. Para hacerlo, Daniel, su hermano, debe casarse primero. Para ayudarlo con su problema Daniel y Deanna acceden a fingir una relación y un matrimonio. Son tan opuestos que la atracción es inevitable. Él encuentra en ella la calidez que faltaba en su vida y Deanna el amor luego de una ruptura desastrosa. Finalmente, Daniel puede volver a tener una familia. Pero hay muchos intereses ocultos que buscan separarlos y alejarlos. El viaje es difícil, deben enfrentarse no solo a terceros que les complicaran las cosas, sino también a sus propios miedos e inseguridades. No es sencillo equilibrar 15 años de diferencia. Pero el corazón tiene razones que la misma razón nunca entenderá.
Todo el mundo pensaba que Lorenzo quería de verdad a Gracie, hasta el día de la operación de corazón de su hija. Para sorpresa de Gracie, Lorenzo donó el preciado órgano que necesitaba su hija a otra mujer. Desolada, Gracie optó por el divorcio. Impulsada por su necesidad de venganza, Gracie se unió al tío de Lorenzo, Waylon, y orquestó la caída de Lorenzo. Al final, este se quedó sin nada. Consumido por el remordimiento, él suplicó por una reconciliación. Gracie pensó que era libre de seguir adelante con su vida, pero Waylon la retuvo con un abrazo. "¿Pensaste que podías abandonarme?".
En su borrachera, Miranda se acercó audazmente a Leland, sólo para encontrarse con su mirada fría. La inmovilizó contra la pared y le advirtió: "No me provoques. Dudo que puedas soportarlo". Poco después, su compromiso se canceló, dejándola en la indigencia. Sin otras opciones, Miranda buscó refugio con Leland. Con el tiempo, asumió el papel de madrastra, cuidando a su hijo. Llegó a comprender que la decisión de Leland de casarse con ella no se debía solo a que ella era obediente y fácilmente controlada, sino también porque se parecía a alguien que él apreciaba. Ante la solicitud de divorcio de Miranda, Leland respondió con un abrazo desesperado y una súplica para que reconsiderara su decisión. Miranda, impasible, respondió con una sonrisa de complicidad, insinuando un cambio en su dinámica. El señor Adams, que siempre fue el controlador, ahora parecía ser el atrapado.
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".
"Durante su trabajo de medio tiempo en un bar clandestino, Wendy se emborrachó accidentalmente. Cuando se despertó, se dio cuenta de que la habían confundido con una prostituta y que había perdido su virginidad. Después de tener una aventura de una noche con Charlie, un hombre increíblemente guapo, Wendy tiró doscientos dólares para defender su dignidad. Sin embargo, el comportamiento arrogante de Wendy molestó a Charlie, quien, en venganza, volvió a llevarla a la cama. ""¿Qué quieres?"", dijo Wendy molesta. ""Asumir la responsabilidad de lo que te hice"", respondió Charlie sonriente. ""¿Pero cómo?"", Wendy continuó. ""Al seguir acostándome contigo""."
Lucía Balstone pensó que había elegido al hombre adecuado para pasar el resto de su vida, pero fue él quien acabó con su vida. Su matrimonio de diez años parecía una broma cuando su esposo la apuñaló con una daga. Afortunadamente, Dios nunca está ciego ante las lágrimas de las personas. Lucía tuvo una segunda oportunidad. Ella renació a la edad de 22 años, antes de que sucedieran todas las cosas terribles. ¡Esta vez, estaba decidida a vengarse y dejar que aquellos que la lastimaron pagaran! Hizo una lista elaborada de sus objetivos, y lo primero en su lista era casarse con el peor enemigo de su exmarido, ¡Alonso Callen!