hora iba a hacer cruelmente violada. Me llevo mi mano hasta mi tr
a para levantar el libido? Ojalá hubiera una, por que no creo poder con esto-.
quiero contagiarme de algo -digo preoc
son cualquier mujersuela que ves parada en una esquina, así que yo entrego calida
tudio, como sabes que yo no... -R
ás, ahora sabes por que te pagué tanto. Serás un manjar para quien te escoja. Tranquila, yo te cuidaré. -Jessica suena como una madre que cuida
iendo que me sienta en una silla, aún frente al espejo, pone varias cosas en el tocador, todo es maquillaje, sombras
se, como decir
ha usado una sombra bronce con un tenue delineado en el lagrimal, mis labios se ven aún más rellenos de lo que
o tengo a un nuevo prospecto. Estoy segura de que funcionará... Esta bien, te espero en cinco min
o como un chico alto sale de la parte delantera del vehículo. Me mira de arriba a bajo arqueando sus
ito -llama Jessi
prendido y sonríe-. Tienes razón, va a funciona
ticas Kang. ¿
sonas que están dentro, son seis chicas vestidas con ropa reveladora, parecida a l
ar y sentarme en uno de los asientos, todas parecen
ello rojo, parece simpática y le sonrío como respuesta-. Mucho
sto, soy
ienten al escuchar sus nombres. La chica de cabello naranja la re
más? -pregunta Samanta con tono enfad
e para futuros encargos. -Miro a Jessica a lado mío y me
otras se quedará sin paga. ¿No es así? -Je
asombro me dice que ella no es la clase de jefa que acostumbre a regalar
estas, solo hablan de trabajo y ni se diga de su líder, el señor D'marco es un amargado de primera. Las veces que he ido no ha escogid
uso o sin el tienen que pagar -Je
ago, tal vez ellas ya no lo necesiten, deben estar acostumbradas. Hablaron de un Frank y un D'marco, me pregun
n, pero en un instante el gran portón se abre dejándonos pasar, entre más se acerca la hora más nerviosa estoy, y mis manos empiezan a sudar. Levanto la mirada y miro estupefacta por la ventanilla, frente a mi se encuentra u
casa, al menos que Frank no quiera salir de su penthouse. -Ava comentar y Ha
s caminando rumbo a la puerta, donde nos espera un señor de edad ava
nos calla cuando
a Jessica con una reverencia y ella so
do liso. Ventanales y persianas con cortinas de lino, rodeando el espacioso salón, alumbrado por un enorme candelabro de cristales preciosos que cuelga desde el techo. Esta gente se pudre en dinero,
llama el empleado, señaland
y detrás de estos, un gran estante de bebidas alcohólicas. Me pongo rígida cuando veo entrar a cinco hombres vestidos con trajes, la mayoría parecen arr
ertorio del día de hoy. -El tal Frank no co
gunta, pero él solo se acerca
labios y sonríe triunfante. No lo puedo creer-. Ya escogí. La quiero a ella. -Marc me se
a que Marc escogiera primero. Es su cumple
todas formas y yo ya quiero disfrutar de mi chica.