img La Esposa Contratada del CEO  /  Capítulo 4 Una suegra incómoda | 80.00%
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Historia

Capítulo 4 Una suegra incómoda

Palabras:1254    |    Actualizado en: Hoy, a las 00:23

es, por favor, baja para que comamos algo juntos antes de c

que nos habíamos conocido en muy malos términos, y lo cierto es que no se me antojaba para nada tener que compartir la mesa con ella, con su cara de

esa manera con todas las chica

mente sería

e qu

e qu

me la certeza d

osible la vida en esta casa, con tal de que no tuviéramos ninguna oport

asa con esta mujer merodeando por allí, y claramente, si esa situación se llegaba a presentar, prefería mil veces la opción de quedarme encerrada en mi habitación, pidiendo servicio a la habitaci

ayunará con nos

erviosa, como si mi pregunta hubiera

quiera seguir molestando como lo hizo ahora que se c

oración sin pretender of

ió la cabeza c

hace siempre desde antes de haberme tenido, entonces, no creo que esté en el comedor para c

dome sola en la habitación, cer

, sin pensarlo más, tiré a la cama, colocándome las cobijas encima. Era muy relajante, el colchón se sentía

lla de todas. Aquella pesadilla, me mostraba un cuarto oscuro, se parecía a esa habitación de la que yo compartía con mi novio, con Jonathan, al frente de mí, c

cerme esto a mí? ¿Justo el día que iba a proponerte matri

lo con fuerza, como si de la nada, quisiera ahorcarme, asesinarme, desquitar su ira c

n se sentía a

cuerpo y tengo que quitarme inmediatam

o? ¿Qué significaba e

que me pregun

r de la habitación, a esta hora, seguramente no habría nadie más despierto que la servidumbre. Era improbable que después de aquella llegada tarde a casa, la madre de Federico estuviera despierta, al igual que él, puesto que to

no hacer ruido, y me

o quién sabe qué haciendo allí. Más eso no me importaba, yo solamente bajaba por una taza de café, a presentarme con la servidumbre y me marcharía a e

- dije para

el mayordomo me miraron con

para haberme dado cuenta de que aquella mujer estaba viéndome despec

la madre de Federico con esa prepotenc

lándole de la misma manera en que lo hacía para que

tiempo, y luego, te largarás de esta casa y de nuestras vidas para siempre. Por tanto, cuida como me hablas, no sabes con quién te estás metiendo, y no querrás tenerme como tu enemiga de por

que este matrimonio se lleve a cabo y para que yo pueda tener todo aquello que le exigí a su hijo cuando lo conocí para ser parte de esto. Mejor, agradezca que estoy ayudando a su hijo si

io, con fastidio de que hubiera conoci

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