Un Instant
u largo cabello pelirrojo cayó suavemente sobre su rostro, cubriendo uno de sus ojos. Intentó apartarlo
presencia invadiendo el espacio con una energía silenciosa pero palpable. Con una mano suave, levantó el mechón que le ca
Damian, tan cercano, la dejó sin palabras. Cuando él retiró la mano, su toque fue ligero, casi
mpo pareció detenerse entre ellos. La tensión en el aire era innegable, pero ninguno d
interés y una incómoda sensación de atracción que no había anticipado. Melisa, po
rocesar lo que acababa de ocurrir. El contacto había sido breve, pero s
ndo el silencio, su tono algo más grave de lo habitual. Me
si en un susurro, sin saber cómo explica
ella por unos segundos más. Algo había cambiado en el aire, y ninguno de los dos
-
ía resonar en la habitación como un eco, y el silencio entre ambos se volvió cada vez más palpable. Sin embargo, una ve
cto... algo en él la había descolocado. Por un momento, cuando Damian la miró de esa manera, había sentido una chisp
sus tareas, Melisa sentía la mirada de Damian en su espalda cada vez que pasaba cerca. La sensación
forma en que se movía con esa elegancia tranquila que contrastaba con la intensidad de su propia personalidad. Era como si algo en él estuviera sien
tar cerca de ella. No quería admitir que la curiosidad lo consumía, pero su des
nizaba algunos objetos. La sorpresa en su rostro fue evidente, y se giró pa
unque un poco temblorosa por el peso
rado en la sala," dijo Damian, ofreciendo una p
, pero también podía sentir que había algo más detrás de esas palabras.
jo, dejando que la conversación fluya, aunq
carga emocional palpable. Ambos sabían que algo estaba cambiando, pero ning
silencio cargado de promesas no dichas. Sus miradas se cruzaron var
finalmente el hielo, aunque sus palabras sonaban m
ensidad que no podía ocultar. "No tienes que darme las gracias, Mel
a simple cortesía, la forma en que las dijo pareció profund
ía prolongarse en el tiempo, dejando a ambos con una sensación
-
persos. La oficina había estado agitada, pero eso no era lo que la tenía tan pensativa. Había algo m
en había llegado a valorar mucho más de lo que jamás habría imaginado. Las conversaciones entre ellas se habían vuelto más profundas, más
do la puerta tras de sí. Melisa la miró y, al notar la
ennifer? Parec
cómo comenzar. Había algo que quería decir, algo que había
re-. Es difícil de explicar, pero... estoy sintiendo algo q
con atención, sin
Jennifer? -preg
e ser honesta consigo misma y con Melisa, pero t
labras-. Creo que me siento atraída por ti. No sé
ento. Melisa no dijo nada al principio, si
ué tipo de reacción esperaba, pero necesitaba saber si sus sentimien
lo que sientes, pero también entiendo que a veces los sentimientos pueden ser confusos. No tienes que apresurarte a defin
ta. Aunque aún sentía incertidumbre, tamb
é qué hacer con esto,
idamente, acercán
stas ahora. Lo importante es que estamos aquí pa
undo. Aunque los sentimientos de Jennifer eran complejos y aún no sabía qué hacer con ellos, se sinti
-
mportante al abrirse, pero aún no podía evitar sentirse un poco perdida. Sus sentimiento
as palabras, pero en un silencio cómodo. La sensación de estar ahí, jun
n una mezcla de comprensión y calidez. Lentamente, se acercó
el aire parecía volverse más denso, cargado de algo nuevo, algo distinto. De repente,
gesto que no llevaba prisa, sino que ofrecía una sensación de cariño y calma. Fue un beso que decía más de lo que las palabras podían expresar, un
ndo. Sabía que aún quedaba mucho por entender, pero en ese instante, no necesitaba tener todas las r