Confusión de
ido tomarse el día libre para descansar y reflexionar sobre todo lo que había estado sucediend
ra tensión entre ella y Damian, ambos intentaban mantener las distancias, aunque sin éxito total. La at
nto de hablar con Melisa. Necesitaba aclarar algunas cosas que lo inquieta
ba por la cocina. Ella levantó la mirada y le
respondió, colocando a
s cosas en la cabeza y creo que podría hacer bien h
ida pero siempre disp
e la cocina, y Damian comenzó a
re Jennifer, sino también sobre... todo lo que está pasando en mi vida.
istinto al esperado. Aunque la preocupación de Damian era evidente, ella también percibía algo
momentos en los que no sabemos qué hacer con nuestras emociones.
en su mirada que lo hacía sentirse
pasando entre nosotros -admitió, sin poder evitarlo-. No quiero que esto comp
alabras. A pesar de la distancia que ambos intentaban mantener,
realmente quieres. No hay respuestas fáciles en estas situacione
estuviera tan cerca y tan atenta a sus palabras le daba un consuelo inesperado. Sin
una sonrisa algo triste. Sabía que había algo
o de la conversación, pero también con la sens
tes, Damian -respondió ella, antes de
orar, y aunque no sabía exactamente hacia dónde los llevaría todo esto, algo dentro de
casa, había intentado ignorar la creciente atracción que sentía por Jennifer y Damian. Sabía que no est
n matrimonial con una cesta de ropa limpia. Su intención era simple
Damian salir con una toalla atada a la cintura, gotas de agua deslizándose por su torso definido.
ción fue inmediata. Se detuvo de golpe al verla allí, pero el mov
, el tiempo par
mirada bajaba instintivamente. Un leve sonrojo apar
surarse a cubrirse, la observó con intens
r la toalla. Sus dedos rozaron la tela húmeda, pero antes d
encontró con sus ojos ve
oz ronca, llena de algo que
latente, una línea que ambos sabían que no debían
sión. Melisa apenas tuvo tiempo de respirar antes de q
ra su cuerpo desnudo, sintiendo cada curva a través de la delgada tela de su uniforme. Melisa, sin
ento. Era un juego peligroso, pero ninguno
a roce de los labios de Damian. Sabía que estaba cruzando un
a, acercándola aún más, dejando claro
ó espeso, la ten
uido en el pasillo
n agitada. Damian apretó la mandíbula, tratando de recupe
, aún sintiendo sus lab
-susurró, sin poder
lorosas antes de salir apresuradamente de la habitación, dejan
hondo, tratando de entende
ado... pero ya era demasia
cidad. Sus labios aún hormigueaban por el beso con Damian, y su cuerpo entero ar
planta baja, escuchó la
aba de llegar
e aún revuelta por lo que había sucedido en la habitación de arriba. Trató de ma
Jennifer con una sonrisa cansada mientras d
Melisa, obligándose a sonreír,
vemente el ceño al
n? Pareces.
irada un segundo,
un poco cans
eer más allá de sus palabras. Luego suspiró y se esti
o me dejó ni respirar. Solo quiero darme
estremecía. Su mente la traicionó y una imagen vívida de Damian
hizo ningún comentario. Se quitó los zapat
iarme. ¿Sabes si D
escalofrío reco
abitación -respondi
subió las escaler
anos apretadas en los costados. Su corazón latía con
n. No solo para Jennifer, sino también para sí misma. Y, sin
, esto iba a tra
en el fondo, una parte d