img Si tan solo Supieras  /  Capítulo 4 Aun dueles (3era. Parte) | 80.00%
Instalar App
Historia

Capítulo 4 Aun dueles (3era. Parte)

Palabras:1553    |    Actualizado en: 18/04/2025

isma

dn

m

ra vida sin que nos demos cuenta, hasta que un día su ausencia duele más que cualquier golpe. Ahí donde el tiempo se detiene con un roce y un

ncendio y abrigo, y con quien se puede abrir no solo el cuerpo, sino también la mente. Porque amar no es solo compartir sábanas, sino también silencios, batallas y cicatric

hora, sino un cometa que cruza el cielo en el momento justo. Es un rayo que ilumina la vida, aunque solo caiga una ve

asiado el futuro, sin preguntarnos si la distancia de la universidad nos fracturaría. Cuando nos dimos cuenta, ya vivíamos juntos, profundamente enamorados, soñando con un futuro donde solo existíamos él y yo. Co

o hay ni una pizca de entusiasmo, más bien es comodidad, seguridad, ¿cariño o gratitud? y a veces momentos de locura que terminan en la cama, pero nada más. No hay amor, por más q

, negar mis sentimientos percibiendo su aliento en mi rostro, sintiendo el roce de sus dedos sobre mi piel y lo más grave, su mirada intensa y penetrante me descolocaba. Mis latidos estaban disparados

ntenida, con el dolor de los recuerdos y la furia de la decepción. Juro que estuve a dos segundos de abofetearlo por comportarse como un patán. Pero me

or que a mí misma? En su lugar, encontré a alguien diferente, un hombre arrogante y banal envuelto en un traje caro. No sé en

l baño para recuperar la compostura, me miré en el espejo, respiré hondo y me obligué a sonreír. Una sonrisa

. Sin embargo, todo me resultaba asfixiante: la conversación superficial, las risas forzadas, la opulencia desbordante que convertía la estancia e

bien cuidado, piel blanca y mirada azul inquisitiva, analítica. Su porte impecable, su actitud cordial y su conversación amena estaban calculadas

ón a su charla, mientras disimuladamente buscaba a

e, salir corriendo de esta mansión. Suspiro y doy un sorbo a mi champagne justo c

lacio cae con precisión estudiada sobre sus hombros, y sus ojos verdes me recorren de pies a cabeza con un destello

turrea con una voz chillona-, per

njamín. Shirley O'Connor. Y, por lo visto, tan

onríe con orgullo-. De hecho, qué bueno que llega

una vez más mientras su padr

aquí donde la ves es una astuta ejecutiva que está

enjamín me incomoda, pero sonrío con

tusiasmo-. Es un placer conocerte, Am

o con diplomacia-. Y no creas todo lo q

a se mantiene intacta, pero en sus ojos sigu

decir algo más, B

amigo? Quiero preguntar

vertencia a su padre antes de

cierto, me dijiste que pie

serena, bebiendo otro sorbo de champagne-. ¿Para cuán

a que formulo la pregunta, sé q

corazón se detiene por un segundo-. Mi novio es un perfecc

río recorrerme la espa

n. Debe tratarse de otro hombre. Tiene que ser otra persona. ¿Cuántos

a torturarme aún más, somos interrumpidos

los suyos y mi respiració

, observándonos con curiosidad. Per

e a su brazo con un gesto posesivo que me revuelve el estómag

do estuviera en orden. Como si no nos hubiéramos ama

zón en mis oídos, un retumbar ens

con un tono que intenta ser casual-. ¿Cómo

e todo y yo me quedo aquí, atrapada en un torbellino d

Instalar App
icon APP STORE
icon GOOGLE PLAY