O DE MI
tulo
alme
oy la hija menor de Gabriela Dedman y Álvaro Barlier, también vivo
ese encanto de maldad, entre dulce y traviesa. Según ellos tengo el poder de llevarlos al cielo o al infierno. Mi amiga dice lo mismo, que con solo una sonrisa yo los invito a pecar porque tengo esa mezcla
na niña. Crecí lejos de la familia materna, no era del agrado de mis abuel
s. Soy de las que les encanta lo desconocido. Recuerdo que cuando era niña a veces me escapaba de la escuela por quedarme e
enía una sonrisa en el rostro, pero luego me di cuenta que no todo es color de rosa y que las decisiones que tomamos pueden pesar en nuestro futuro,
lo rosa y lo oscuro, pero ya les contaré.
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increíble, pero sí, a mis 17 aún seguía siendo señorita, es que hasta ese momento ninguno superaba mis expectativas. Eso no quería decir que no había tenido novio, solo que nada
Yo quería un buen hombre, de esos que amaban bonito, pero también
que los portaran. Recuerdo que mi primer tatuaje me lo hice a los 17 un d
ompañara a Manhattan ya que quería pasar a una tienda a comprar algo que le gustó. Yo como buena amiga que era la acompañé. Lueg
digas qué es
ariño me
a mirada y
unca había tenido la oportunidad de estar en un lugar así. Todos los afiches con tattoos me tenían deslumbrada, como niño en juguetería. Así que me entró la idea loca de tatuarme ign
lema, yo era menor de edad así que imaginé que ese sería un impedimento. Le en
dad? -Lara y yo c
sup
de pies
señarme tu i
s se fijaron en cada tatuaje. Él preguntó qué pasaba, el chico le platicó la situación. Él tipo, le ponía unos 25 años, me miró de pies a cabezas, así que decidí sacar mi mejor
or de edad? -preguntó m
-sonreí, mientras mo
mi labio inferior cuando sonreía malvadam
unos meses para
en problemas c
a so
en un lugar poco visible. Además, ¿có
có el
qué tatua
ceto y le mostré los que más habían llama
lugar lo
osterior del h
-me
ipo esculpido por los mismísimos dioses. Le sonrió al tatuador, nos miró y saludó
, ¿quieres que te ayude con algo más
rmosa señorita -me señaló-, que aún no se dice
miró y luego volvió la mirada a los bocetos. Me qued
orte perfecto en su ceja izquierda que combinaba con su corte de cabello, desvanecido; era muy recortado en la nuca, patillas y laterales de la cabeza, volviéndose más largo en la parte
etallar lo marcado de su cuerpo, pero eso
la sala, mientras yo seguía mirando al maldito dios griego, en un momento sonrió, oh
to lo olvidé. Me miró como detallando mis rasgos y luego bajó la mirada al bo
el boceto-, según tu personalidad.
diferencia entre la golondrina y otro pájaro es que la primera elige a su pareja p
os ojos. Por unos segundos nuestras miradas se encontraron, bajé la mirada al boceto y respondí tratan
ro ese, en col
envolvente hizo que mi estómago se a
n movimiento de cabeza se alejó para recibir
ulmones de golpe como si me
mi vida, el hombre de mis sue
ió un peq
, aunque debo admitir
as cosas. Maldecí para mis adentros, ¿por qué solo respondí eso? Pude haber preguntado algo más, por sus tatuajes, la experiencia con ellos, si d
nom
ién
novia o
ajarí
s fueron interr
mayor que tú, ¿cree
pi
e saber quién será el dueño
ltó una
deslumbrada por su belleza, y por
ningún hombre me habí
sta mi pecho, le
estoy t
os tipos tatuados. El tatu
ra él era una simple clienta invisible que se quería tatuar. No podía decir que le c
o ves que es mi hombre id
sabemos cómo es mentalmente, ¿y
comio, incluso ha
ltó una
o no se
gí de h
dueño de todo esto, mi novio, mi espos
taba a punto de hacer. Me quité la blusa y me cubrí con una sábana, me subí a la camilla y me acomodé. Marlon estiró los brazos, crujió sus dedos y se puso manos a la obra. Sentí un poco de
idarlo, mientras él me explicaba, miré a todos lados,
encantado, eres muy valiente p
mirada
enso volver -sonreí-, me gustó
r los labios y me regaló una sonrisa. La
nso, ¿viste c
o el que me interesa es
y se fue. Me imagino qu
con tr
ino de qué manera se va a dar
i brazo y solt
todos los homb
un pu
ó a elegir mi tatuaje, mi primer tatuaje,
casa, la verdad la ignoré todo el trayecto, mis
.
de estar, el estudio de papá y donde también trabajaba mi hermana a veces. La cocina que conducía al jardín trasero donde mi madre tenía todo tipo de flores, ahí le gustaba pasar su tiempo libre. Lo primero que se veía al cruzar la puerta principal era la escalera
.
una pequeña sonrisa. Después de saludarn
a Olivia con mi sobrino Luca. Te quiero
a L
tú también e
or su invitación, pero este fin d
y susurré sol
miga por d
y soltó una risita. Se de
ruta de la
Rodé los ojos con frustraci
ucho que no viene, además viene
o de la familia -
ue un impedimento saber que él tenía un niño, así es el amor. Decidieron salir y formalizar la relación, ella se acercó poco a poco al pequeño, hasta que se ganó su corazón. Luego se casaron y mi tía era quien lo cuidab
inteligente, pero muy retraído con los demás. Lo que más recuerdo eran sus enormes lentes, parecían
.
de en l
a mucho. Ella se la pasaba absorta en su carrera, le faltaban tres años para graduarse: estaba estudiando contabilidad y finanzas. También se inclinó por el lado de papá, ya que él
cho la atención, las únicas matemáticas que de verdad me llamarían la atención
jar, y me salía de maravilla. Ese talento lo heredé de mi madre, no solo me parecía a ella físicamente sino que me gustaba dibujar como lo hizo ella en algún momento de su vida. Mi madre estudió diseño de modas, pude ver algunos de sus bocetos y eran impresionantes. Después que termin
comunes, de hecho teníamos gustos muy diferentes. Incluso no nos parecíamos en nada; ella es alta, cabello rebelde; rizado de color castaño, ojos marrón oscuros, boca grande, labios asimétricos y una
iaria. Podría empezar a adquirir experiencia que sería esencial para encontrar un trabajo mejor después
inua