O DE MI
TULO
cabello castaño, sus pómulos, la barbilla bien definida y una fina capa de vello que cubría su rostro perfectamente cortado, sus ojos verdes, rasgos muy masculinos. Brazos grandes y fuertes,
ué y la abracé -, estás hermosa, has crec
a cabezas, le di
Es un gusto
me abrazó. Podía sentir su fi
empo que no nos veíamos -d
uficiente para pode
empo, has cambiado mucho
la que me detalló de pies a cabezas. Involuntariamente mordí mi labio inferior, se suponía que yo quería
naste el colegio
i salgo, me faltan 5
ste qué vas a estudi
día poner con mi cercanía, o tal vez en eso también había cambiado. Crucé la
ra eso está mi hermana, los números no son lo mío. Tal vez diseñ
, él alejó la mirada, sonreí porque se puso un poco nervios
ás estudiand
atro años mayor que y
i carrera de licenc
-, necesito un experto en matemáticas, ten
s lanzándole una mirada m
ermosa, cuando
r mis mejillas. Me hizo sonrojar, tal vez el juego que yo quería hacer con él no iba a funcionar. No solo había cambiad
é la
usta el dibujo
el mismo juego, obviamente yo no me i
cho, desde muy n
hija -agregó mamá-,
son
puedes d
raron con curiosidad, ella se leva
se proponga, incluso te podría d
iró, yo
ujos y así aprovechas para que él t
una mirad
arto? Allá tengo todo
abio inferior. Mamá y mi tía se
dibujas
é la mirada, él era mucho más alto que yo. Tomé un mechón d
edo dibujar, ¿po
go. Dio un paso adelante, sentí su respiración
sar? -sus ojos no se
ice por el cuello de su camisa, lo subí y al bajarlo toqué s
s, no tengo pro
los labio
es te a
, no solo ahí, en todas partes. Mientras subíamos a mi habitación recordé a Lara, no me iba a creer cuando le contara que el p
ro las
guió cerrando la
lema si cerramos l
además solo vamos
entamente, de tal manera que pudiera dejar mucho a la imaginación, abr
ayu
para aclar
o que
ó la columna vertebral, su mirada se encontró con la mía, de cerca sus ojos se veían más herm
-retiró un mech
azo del parche, que cu
digo no me
l proceso rocé su muslo con mi trasero, estábamos peligrosamente cerca, tomé mi cabello y l
r Dios!
cabeza
gus
en mi piel, y al hacerlo pegué mi trasero más a su muslo, se alejó un poco. Esc
, ¿te dan c
do el borde con
es los dedos
lgo empezaba a marcarse a través de la gruesa tela de sus pantalones. Lo miré con desca
jo la tía d
gí de h
-lo miré -,
manera tan sexy, que mis mejillas volvieron
onces es u
joder, era la primera vez
bién te
con cu
ser
da maliciosa. Miré s
lo tengo en un l
se iluminaron p
do v
lizó por mi cuerpo. Me tocó
á en un lugar no
de repente empezó a hacer mucho calor y mi imaginación em
ecirme qué es -mord
l juego, no iba a perder en mi propio juego
jos y tú me dices que t
rada y provocativa, al incorporarme lo rocé con mi trasero, escuché su respiración un poco más pesada. Empecé a pasar las páginas enseñándole algunos bocetos.
sonó tr
edo usar
la cama, mientras él e
sup
tumbé en la cama con los brazos abiertos y los ojos cerrados. Tenía que admitir que tener ese tipo de poder me gustaba, pensé; ¿será
uando la abrió para salir, l
e no entiendes
sen
parecieron
a risita
plico lo que necesitas saber y ya lu
y recogí
rfe
ace un poco de
ás cómodos. Él se sentó en el escritorio y yo frente a él. Empecé a mostrarle los apuntes, me arrodillé en
podría hacer lo mismo con el mister sexy. El empezó a explicarme detalle a detalle, paso a paso, yo lo seguía, hací
de hacer eso? -d
un gesto de confu
até de hacerlo como me ex
levantó, rodeó el escritori
jercicios -su voz ronca y s
a dónde podía llegar. Me sujetó la barbilla
muy guapa, pero
labio i
entiendo
ose más, me apoyé en la mesa
aces, mord
acer y él ce
una manía que tengo siempre que estoy ne
y entrelacé n
rías decirme, ¿por qué no puedo morder mi l
iradas se
rqu
-lo animé
la, calmada despertó en mí la imagina
, mordí mi labio in
oporto -
i cara y susu
demasia
onde correr. Luca me cogió bajos los muslos y me sentó cómodamente en la superficie plana del escritorio, se acercó más y de repente su brazo rodeó mi cin
sensación, nos perdimos en un beso apasionado, sus movimientos eran rígidos como si intentara contenerse, sus ma
do controlar lo qu
to que iba creciendo cada vez más y ap
r que tengo es
mi piel, empezaron a ascender suavemente, con su otra mano acarició mis pechos atrevidamente por encima del vestido, sus toques suaves empezaron a incendiar mi interior, el deseo e
inua