blando en serio? -d
Adrián, confiado-. La n
¿Si te mand
ará. Con
whisky. Eran las once de la mañ
ón. Estaba relajado. Seguro
-preguntó otro ami
mo si hubiera dic
existe. Solo es una bue
asillo afuera, la puert
o. Tenía nervios, pero caminaba con firmeza
eficiente, y no le hables
r muy bien si eso era una advert
chó voces dentro. Y risa. Quiso tocar, pe
á buenísima -dijo alguie
Escuchó en silencio. Sintió rabia. Pero re
a a
la pu
or Mo
enc
rta se
mpecable. Mirándola como
simpatía. Sino como alg
Ríos. Su nuev
l principio. Solo la
desvió la mirada. Aunque por
dijo él
les con vista a toda la ciudad, un escritorio gigante y un
rta. -Señaló con la mano sin mirarla mucho-. Me
o -respon
las once. Quiero la a
eñor M
rió, a
digas "señor". Suena
fe"? -preguntó
evantó u
s está
ás. Caminó hacia su escritorio. Se s
juego... Bien. Yo
n. Ejecutivos, trajes caros, palabras técnic
amó Adrián d
la carpeta que
cer trimestre -dij
ba abajo. Otro hizo un chiste sob
ijo nada. S
har. Sonrió, profesiona
cafetería del edific
la nueva -dijo
treinta y tantos. Pelo oscuro. B
. ¿Quién
las empresas asociadas. Y, por c
ia se
ta de pre
ú? ¿N
ler
ó él, saboreando el
aci
almorzar con
y nueva? ¿O porque qu
mb
divertida. Dio u
ui
e f
oficina, solo. Pero la miró raro cu
én hablab
erd
. Te vi por la c
arpadeó.
quez. Muy simpát
con él -dijo
-preguntó ella,
lo se inclinó hacia
guna propues
si
andíbula. Ella lo
ajo. Y no pi
muy clar
uedó solo, mirando
esta que hable
en su departamento y se dejó caer en e
y escribió en
iene el control. Pero
nr
enas co