bro infantil. Observo su perfil: su nariz majestuosa, su mandíbula afilada, salpicada de barba incipi
erminará pronto. Armando regresará a su mundo , se conve
able pasar tiempo con él después de hoy, pero necesito recordar
las mejores porciones de la ciudad. Armando insiste en pagar, a pes
mes porciones, nos sentamos en una mesa pequeña junto a la ventana. El aroma a
l queso se estira deliciosamen
íble! exclama c
de salsa pegada al labio inferior y tengo que re
esita para abrirse más. Armando me hace preguntas profundas sobre mi trabajo, mi familia, mi vida en la ciudad. Me cuenta cómo fue crece
mas cortezas se acabaron.
remos tomar el próximo ferry a
na. -¡Qué ganas de ver la Est
nunca ha viajado en metro. Se queda un rato, observando a otros pasar por los torniquetes antes
oso muelle. Armando contempla con asombro la i
nífica!
uristas que hablan una cacofonía de idiomas. Armando parece fascinado por t
s palpable. Estar cerca de él me alegra el día. Siento que estamos de
la estatua. Una vez dentro, subimos lentamente la estrecha
de observación. La amplia vista del puerto
arandilla, con el viento
es como este todos los dí
iene muy contr
estaba a tus pies , le digo
. -No es tan sencill
ier cosa? Me acerco un poco más, ya que
sucesión al magistrado , pero no tengo poder judicial pa
aprieto la mano. El fuego se enciende donde nos
ué estaba pensando. Fue un momento desco
concentrarme. Quizás pueda hacerle olvidar que
pire State Build
hasta que el sol se esconde en el horizonte con un resplandor naranja y rosa. Fi
éfono de Armando . Mir
y bien... Solo estoy viendo la ciudad. -La voz de Arman
ptamente y me muerdo el
ará fuerzas de segurida
nte. -Que miren. Por primera
sin querer que
rcar, mi corazón se desploma con cada paso. Tengo sufic
jar ir a Armando ,
pasionado por la vida. Parece un crimen dejarlo escapar al i
el río, sus ojos se e
r enseñarme
a. -Fue un placer ,
vo. -¿Está mal que no q
co. -No, susurro. -Yo ta
más puedes enseñarme? Hemos visto paisajes impresionantes,
trabajar y vuelvo a casa. Podría enseñarte
cabeza. -Sé qu
ces... ¿te gustaría ver mi apartamento? No
dibuja en sus labio
centro. Durante todo el camino, me pregunto si es buena idea
ió vivir sin ataduras al menos por un día, y decido que y