dome agua fría en la cara, mi reflejo era un
o grabado con preocupación. -¿Segura
ntaba si él siquiera sabía que lo estaba haciendo. Si la línea entre el esposo amoroso
sa me aclaró la cabeza. Las náuseas disminuy
-dije, mientras e
mi rodilla-. Porque todavía
Dejemos las sorp
onado pero asin
surgió en mi mente. Un
s razón. Necesitamos más tiempo juntos. ¿Por qué no te tomas el d
ico. Un día entero. Un día entero en el q
Tengo esa present
-dije, con voz
-Ok -dijo finalmente, forzando u
Esperé hasta que su respiración fuera profunda y
critorio. Usaba la misma contraseña para todo. Nuestro
carpeta de elementos eliminado
a en su oficina, sentada en su escritorio,
or su muslo-. ¿Cuándo la vas a dejar? Es tan
pude escuchar su risa
lor era ahora un eco lejano. Todo lo que
o la vuelta mientras dormía, un brazo exte
rmuró, med
-dije, mi vo
comodó de nuev
rar a las 6 a.m. Vibró de nuevo. Y de n
elta y tomándolo de la mesita de n
baño contiguo para tomar la llamada. Pen
libre... No, no puedes venir... Porque Elena está aqu
do molesto. Lo vi guardar el ce
egunté, fingie
úpida emergencia
el olor a café y tocino llenó la casa. Est
da. Hot cakes, huevos, tocino, jugo d
s tanto por aquí. Quizás deberíamos contratar a alguien que l
zarme. En todo
cuidar de nuestra casa. -Mi
mida, mi apeti
por encima de mi taza de ca
laro que estamos bien.
nada
tomó la mía. La suya era cálida y fu
-. Te amo. Lo sabes, ¿verdad? Nunca, jamás
undo y serio. Era un mentiroso feno
es de traici
me
ndo mi mano. Me levanté y caminé
, la conversació
egunté casualmente: -¿Y dónde p
ó. -¿Tu..
volviéndome para mirarlo-. D
aros de un coche. No tenía nada.