apoderó de Charlotte. El dolor en los huesos y en la mano ro
nde le enyesaron la mano y le curaron los hematomas, al ti
asa y empezó a b
nmarcadas, rompió los portarretratos e hizo trizas las imágenes. Todos los regalos que él le hab
o desapareció. Ella trabajó con una furia metódica, sintiendo una sombría satisfacción que crecía al desecha
arse a otro de sus "episodios". Sin embargo, cuando ent
esto?", preguntó
nquila. Estaba sentada en el sofá, tomando caf
se burló él. "Te dije que me encargaría de
la, sin mirarlo. "Solo me estoy desha
a, desesperada por llamar su atención. A decir verdad, estaba tan acostumbrado a q
Charlotte. Me da igual que tires tod
curiosa. Ahora que el amor había desaparecido, sentía una extra
eró, m
e compromiso? ¿Cuál fue
una mano desdeñosa. "Es por nuestras fami
era todo lo que ella había sido para él. Pero, en este punto, ya
labras comenzaron a formars
diera hablar, el cel
zó. El cambio fue tan brusco, tan complet
e y suave como una caricia. "¿
aldas a Charlotte. "No te
había sobre la repisa de la chimenea. Luego la abrió y sacó un collar de perlas.
to por el collar de e
pizca de duda se desvaneció. Todo s
de Charlotte, seguida de una única lágrima silenci
ía esa noche. Era uno de los acontecimientos más importantes del calendario social neoyorquino. P
í, y Kalia se aferraba a su brazo, radiante, con un collar de di
olorosa, pero se obligó a contenerlo. Después de todo, era
n, le ajustaba el chal cuando se movía, y se reía de sus chistes, c
resonaron mientras esta últim
siquiera inte
e. Todo el mundo sabe que él
igo dijo que tuvo un colapso total la semana pasada. L
sado, la habrían calado hasta los huesos. Pero esa noche, las se
una fría determinación endureciéndo
ía todos los lazos y le haría ver
anquilidad, Charlotte salió a uno de los grande
rás de ella. "¿Todavía tienes el valor de m
Ka
lmohada", se burló, acercándose. "Pero supong
de tu familia". Su tono era completamente despiadado. "
hacia ella, con una
er a Bryant, y lo seguirá siendo mucho después de que él no sea más que un
có un paso más, y sus ojos
evivir sin un anfitrión. Y él nunca se casará contigo. Nunca tendrás un títu
nrió, lenta
ál de las dos es