/0/20011/coverbig.jpg?v=81e535e77a05ce46deb589457cceed71)
secreta de mi esposo. La contraseña no era la fecha de
uloso de la vida que había vivido antes de mí. Busqué mi nombre. Ce
tra firma y le dio mi proyecto más anhelado, ese
a líder del proyecto. Cuando ella fingió un accidente y él cor
ue yo soportara en silencio su
quebraría.
é directamente hacia él frente a todos
ítu
Monte
esa con la que tropecé en nuestro quinto aniversa
4
agosto. Isa
el que solo estaba buscando porque necesitaba una pluma. No tenía etiqueta, parecía inofensiva. Pero algo en la forma en que esta
ud de contraseña. Por un momento, casi la cierro, una ola
de noches solitarias esperando a un hombre que siempre estaba emocionalmente a k
ro aniversario.
cumpleaños. A
cumpleaños. A
reunión de exalumnos de su universidad a la que asistí hace años, él estaba borracho. Uno de sus amigos,
ía se acuerda del cumpleaños de Isa después de todo
dido, su mandíbula te
ban mientras tec
te
ia se de
Contenía miles de archivos. Fotos, videos, cartas escaneadas, incluso captura
l. Bruno, viéndose más joven e increíblemente feliz, entregándole una sola rosa perfecta. Un video de ellos bailando en un pequeño cuarto d
diante. Genuinamente, radiantemente feliz de una manera que nunca había visto. Bruno Garza, el hombre que consideraba
él para ella. "Isa, te construiría un castillo en las nubes si me dejaras". Era una promesa tonta y juvenil, pe
o nombre en la
resul
no había merecido ni una sola
ó, el sonido me sacó de mi
estudio, su atractivo rostro marcado por el habitual cansancio del final
ro estaba cargada de hielo. Era el mismo tono que usaba c
firme. La tormenta dentro de mí había p
l divorci
ostro. Se acercó, arrancó la memoria USB del puerto y partió el pequeño dispositivo de plástico e
a como si se deshiciera
ese simple acto pudiera borrarlo todo-. Y
liento. No se disculpó. No explicó. Simplemente...
voz tan plana
teatral de un hombre agobia
dramática. Es h
utos cuando estaba protegida co
erta, ya aburrido
to. Iremos al Valle de Guadalupe el próximo
e colgaba frente a mí cada vez que mi infelicidad se volvía un inconveniente. Trataba mis sentimientos como una negociación, creyendo que cada herida t
el aire quemánd
hablo
encantador y exitoso Bruno Garza se cayó, revel
¿Crees que puedes sobrevivir sin mí? ¿Si
abitación, dejando intacta en la mesa del comedor la cena
no me levanté para seguirlo.
miró. Estaba esperando. Estaba tan seguro de que me rompería, de
eza y miré el plato de
y violento resonó
ente se había quedado sin amor para dar. Solía pensar que Bruno era solo un hombre que no sabía cóm
. Sabía cómo cocinar, cómo escribir notas de amor, cómo hace
emplazo. Una tonta enamorada y conveniente que llena
todo expuesto en una carpeta
 
 GOOGLE PLAY