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a fortaleza digital para el capo
a silenciosa y elegante
lar de prepago vibró b
amante: una prueba
este momento", decía el mens
mesa. Sonrió y tomó mi mano, min
piedad porque me salvó
era un activo estéril que mantenía a su lado para apa
humillación porque no
quiv
me de él; una no se
arlo. Eso era d
a bor
el extranjero a las que solo yo podía acceder.
el mercado negro para un proce
la mente por completo. U
s él celebraba a su hijo
ró la mansión vacía y el anillo de boda
ero buscándome, pero nunc
er que lo amó
ítu
e vista
dentro del hueco de un ejemplar de *La Odisea*
hizo añicos mi mundo: una
brando en este momento, y tú eres solo el mueb
a a través de la en
nto, cortaba su filete término rojo con la misma precisión q
son
sejo de que era un empresario civilizado, en lugar de un carnicero
á bien, E
o que antes me hacía estremecer, pero
a min
lo su esposa; yo fui quien construyó
había estado su señal de
stado en l
una propiedad que yo misma había comprado a través de una em
quitecta del
e dinero que transmutaban el efectivo de la
ad que mantenían a la FGR fuera
en llamas hace diez años, la chica genio que habí
que yo er
acumularse en su plato de porcelana
activo que é
s podían ser
bajo la mesa, un zumbido fantas
nsaje d
eo est
contenía, pero el impulso masoquista de
mecánicas mientras caminaba hacia el baño de
e y me dejé caer en el b
uje el
, pero las voces e
ncional -dijo la
tavoz, pero tan clara como un d
s y la casa, Kenia. Tú
jo en el espe
er que él h
gan
enc
ta la es
era la única religió
us secretos enter
re de sus camisas de
cuando llegaba a casa oliendo
o un
mujer a la que yo había trat
traición a nuestros
lación de l
mplimiento
Garza no
mi d
a de mi vida simplemente por
nto a su propio poder: pe
entos podían s
que se me había escapado,
sol
gri
, la misma mentalidad gélida que usaba cuando reestructuraba
é las
l, convirtiendo mi bo
comedor y
untó Braulio, extendiendo la man
pesado con el peso del a
tá perfe
mejor
do por nacer, yo ya estaba calculando el valor de liqu
divorciar
divorcia d
scapa
ño de la policía, los jueces y la mitad
que
sicam
esposa del capo, tení
carne en su mano, brill
ría ma
hacer a
a bor

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