Audra
se puso el sol, la única luz proveniente del brillo apagado de la pantalla del televisor, donde el video viral del último espectáculo público de Jacob se repetía en
on los míos. Por un largo momento, ninguno de los dos habló. El aire era denso, sofocante, con el peso tácito de su traición. La panta
hacia el control remoto, su mano temblando mientras presionaba el botón de encendido. La pantalla se volvi
. Una figura patética y desesperada. Lo observé, mi corazón un espacio hueco en mi pecho. No hubo una oleada de ira, ni una nueva
e error. -Levantó la vista, sus ojos suplicantes, rebosantes de lágrimas no derramadas-. No volverá a pasar. Lo juro. Fue la última vez. Es q
las palabras, u
mensaje, estaba desesperada, acorralada. Yo solo... tenía que ayudar. Fue pura lástima, Audra, nada m
. ¿Cuántas veces esa palabra había sido su escudo, su excusa, s
ió, fue plana, des
futuro. -Vi sus ojos parpadear, una sombra de incomodidad cruzando su rostro. Odiaba cuando estaba tran
al para su alma de "artista en apuros". Tu lástima te llevó a agredir a un hombre hace tres años, convirtiéndote en un espectáculo público y a mí en el hazmerreír. -Enumeré los puntos con mis dedos
so, las lágrimas fina
Siempre lo he hecho. Kierra... ella era solo una resp
a ella con una pasión que rara vez muestras por cualquier otra cosa. Por nuestra relación. Por nuestro futuro. -Mi mirada er
aún más. Extendió la mano, tratando de
gas eso. Déjame abrazart
ento rápido y decisivo. E
me t
el aire. Sus ojos, enrojecidos y l
os estos años? -Bajó la cabeza, su voz un susurro roto-. Por favor, Audra. Por favor,
azón obstinadam
no tiene derecho a pedir lealtad ahora. Perdiste e

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