Audra
o con cada fibra de mi ser desde que éramos adolescentes torpes. Me había perseguido implacablemente en la preparatoria, colmándome de atención, haciéndome sentir como el centro de su universo. Ese primer amor inocente hab
inquebrantable independencia lo hacía buscar a alguien más débil, alguien
ndo, y lo llamé. Mi voz, usualment
odemos olvidar todo esto. Todo volverá a la normalidad. -Me odié por rogar, por
sta fue f
has artísticas, las deudas médicas que aplastaban a su familia. La pintó como una víctima, un pájaro frágil que estaba
la hemorragia en nuestra relaci
ayudaré. Pagaré la deuda médica de su familia. Le daré una
emergencias de "amigos en apuros". Las pinturas de Kierra comenzaron a aparecer en una pequeña y elegante galerí
e el trabajo de Kierra. Jacob, impulsado por el alcohol y su siempre presente complejo de salvador, se abalanzó sobre el hombre, golpeándolo hasta ha
con los nudillos magullados, sus ojos aún ardiendo con una
adre tendrá nuestro hijo, si sigue viéndote en las noticias, agrediendo a
ria, su rostro
iendo cosas en nuestra sala de estar perfectamente decorada. Un jarrón invaluable, un regalo de bodas, se hizo añicos contra la pared. Nuestro retrato de
reparar. Pero todavía estaba tan profundamente enamorada, tan d
oria de Instagram de Kierra. Una selfie de ella radiante, acurrucada junto a Jacob, su brazo posesivamente alrededor de ella. La leyenda decía: «Gracias por ser siempre mi roca, mi salvador. Realme
Estaba recreando nuestra vida con ella. El reloj, el estudio, las muestras públicas de afecto. Estaba tr
violentamente que apenas podía insertarlas en el encendido. Conduje, a ciegas, impulsada por una rabia tan potente que quemó
, un cruel contrapunto a la escena que tenía ante mí. Jacob y K
sollozo ahogado, crudo d
jos abiertos con un terror fingido. Antes de que pudiera siquiera registrar lo que estaba sucediendo, me abal
uerza. Tropecé, perdí el equilibrio y caí hacia atrás. Mi cabeza gol
contra los azulejos blancos e impecables del piso del estudio. Mi

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