img Venus. Luz y oscuridad (Serie «Chichas guerreras» I)  /  Capítulo 4 Maxwell | 80.00%
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Historia

Capítulo 4 Maxwell

Palabras:1786    |    Actualizado en: 29/06/2021

d -¡ni siquiera sabía que existiera uno!- y había algo en su manera de mirar las cosas que me llamaba mucho la atención. Apenas habíamos hablado una ve

que había querido que cog

lada y con la única con quien se relacionaba era con Destiny. La había visto conv

cción a la hora, pero entre toda la caña que nos habían metido en la

planta baja de estilo abierto, la vi junto a los fogones. Papá la observaba desde la

en dos trenzas sencillas. Así era ella; podía ser la mujer de un hombre adinerado, pero no cumplía con el estereotipo de la malvada madre q

hijo? -me preguntó papá es

e encantaba el estilo de aquella casa, donde me había criado y había crecido. Incluso en una

i un beso en la mejilla a cada uno-. ¡Qué

asomara para cotillear

s los exámenes

parte por nada, papá.

n largo

ompaginar bien los es

e son y la carrera me apasiona. Estoy aprendiendo muchos

ave palmadita

ra escuc

e una buena ducha y ponerme algo más cómodo después de haber estado todo el día de un la

cuando decidí meterme en mi cuenta de Instagram. Tenía veinte nuevos seguidores y un montón de com

no haber sido tan activo hoy, pero quiero deciros que he grabado unas cuantas cositas para mi canal que os van

eguntas y escribí «Pregunta lo que quieras» junto a un emoji sonriente. Me gustaba pasar tiempo en las redes, responder

ra escribirles a todos- y me puse a adelantar un trabajo que nos habían mandado para una de las asignaturas aquella misma semana. No era un empo

triste que hubiera personas que se dedicaran a destruir y a echar por tierra todo el trabajo de los demás con el único fin de sentirse mejor. Yo lo tenía claro: no hacía caso de esos comentarios negativos, no ahora, y a veces incluso les respondí

al respecto. Por eso, un par de años después, decidí empezar a subir videos a mi canal de Youtube, Maxwell´s rules. Me gustaba hacer de todo: el tonto, retos, hablar sobre los temas que más me interesaban, parodiar anuncios y videos musicales... Ahora, años después, hacía in

ndido a diferenciar quiénes eran mis verdaderos amigos de los que solo estaban por interés, a

avecinaban poco a poco, amenazándonos con horas interminables de estudio. Estábamos en tercero año de carrera. No solo te

a universidad para seguir trabajando en mi proyecto final. Había pensado el tema y a mi tutora le había gustado. Quería buscar un modelo a seguir,

que la tení

prototipos y modelos de páginas web que tenía en mente, un torbellino castaño me arrolló. No nos c

tás

míos. Tenía las mejillas ligeramente sonrosada, pero no s

o he mirado p

rizado por la ver

soy guapo y que no sabías

ojos en

r las nubes, Maxw

ra. Desde que habíamos coincidido el día anterior, no me había podido

arcajad

le. Solo digo

lo di

verso, hasta que ya no pude soportarlo más. Me era difícil permane

-le pregunté sin poder evitar

tó un lar

nadora va a mandarme dar siete vueltas al campus corr

ella jugaba al

iña si llegas tar

zó de

ar la primera hora de los entrenamientos haciendo flexiones y dando vueltas a la pista de atletismo. No le importa que tengamos una vida fuera del fútbol, aunque qu

tes había escuchado a otra persona hablar sobre un hobbie con tant

spalda y una bolsa de deporte colgada al hombro. Aún llevaba la misma rop

asculló una maldi

dísimo. ¡Nos vemos

mo vino,

e entender en aquel momento. Lo que sí sabía era que me moría p

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