vo señorita – bromeo Luka con una tierna sonrisa, se disponía a abrir la puerta del asiento trasero del auto, pero ella negó
s de estar hospitalizado varias veces por múltiples infecciones – ella asintió - ¿eso tiene quiere cura? – Luka sonrió - sí, estoy seguro que si – ¿porque yo? – Luka le dio una rápida mirada – me gusta tu mirada, eres honesta y tierna – ella soltó una sonora carcajada – me escogiste para ti – él sonrió – no eres mi tipo – ella dejo de sonreír, inclino la mirada haciendo un puchero de niña regañada y lanzo un suspiro sarcástico – no lo tomes a mal, eres hermosa, tu personalidad es increíble, pero la v
ssa lo condujo hacia una habitación, una joven pálida estaba acostada inconsciente y sangraba por la nariz y los oídos; Luka la levanto en sus brazos sacándola de la casa y
taras nada a él – él inclino la mirada – creo que debe saberlo – ella negó con la cabeza – yo solo seré una empleada, debo acoplarme a él, aprender lo que le gusta, lo que no le gusta, él solo debe pagar mi sueldo, no tiene por qué saber en qué lo voy a ocupar – respondió ella - él no es un m
ble, recibió quimios pero ya las suspendieron; algunos medicamentos no los cubre el sistema de salud que tenemos y son costosos así que los tenemos que comprar – explico ella y Luka suspiro – yo estudie en un internado femenino, ingrese al seminario y llevaba dos años en el convento, me había ordenado como monja y hace cinco meses me retire para ayudar a mi hermano con mis hermanas – continuo
Ho
rado en mi oficina y creo que la nueva
olo dile que no
Solo no tardes. ¿
usta es
sposa, seria in
lo, vivirían en mi
stupideces n
o pié
nsioso – sí, debo irme, dame tu celular – ella le extendió el celular, él lo tomo y después de unos
s – Johan suspiro extendiendo sus manos en señal de duda y Luka se puso de pie – vamos – salieron del edificio y Luka no pronuncio palabra – vamos al club, te invito unas cervezas – Luka negó con la cabeza; llegaron a casa y cuando Johan bajo del auto miro a Luka – lo siento, no quise arruinarte los sueños – Luka lo miro y negó con la cabeza mientras suspiraba – no es tu culpa, es mía, debí haber hablado con ella en ese momento – confeso Luka c
la mejilla de Luka haciendo que Ethan frunciera su ceño – ya le dieron salida, estamos esperando que desconecten el quipo y vamos a casa – explico ella - está bien, yo los llevo a casa – ofreció Luka y ella sonrió – él es
esentimiento, salieron de la clínica y su auto los esperaba, un BMW X8 azul, no era el auto que conocía Tessa, aquel Mercedes Benz E200 negro, pero no se pronunció al respecto, Luka abrió la puerta del asiento t