palmar. Gaspar era el barbero del lugar y todos los días tenía que trasladarse al pobladito donde tenía su barbería. Algunos de los clientes hablaban sobre el fantasma d
barbería tomó el angosto camino que se dirigía a su casa, y mientras caminaba iba diciendo en voz baja: ¿Será cierto que en el palmar salen por las
nte, pues él tenía que atravesar el p
legar al palmar se detuvo. Frente a él estaban los gigantescos árboles con sus grandes ramas que llenaban de temor a los caminantes. Se quedó un momento pensativo, y dijo: ya es muy tarde y la noche está envuelta en tinieblas, ¿qué haré? Dijo: Pero pensando en su familia, Gaspar decidió emprender
adie le contestó; sólo se escuchaba el fuerte silbar del viento y el fuetear de las ramas de las palmeras. De pronto salió corriendo despavorido
or se escondió detrás de un gigantesco árbol de flamboyán. Gaspar estaba ex
orrosos; vio que estaba en los brazos de aquella mujer que se le parecía al fantasma de Dorotea, y aterrorizado gritó iAy! No me lleve Dorotea, entonces la partera con voz suave le dijo: No tenga miedo compadre, soy yo, su comadre Bonifacia. El barbero exhaló un suspiro de aliento, y se tranquilizó, mientras ella le preguntaba: -¿Qué le pasó compadre? Está usted frío y pálido, además está temblando. Pero Ga
su comadre Bonifacia. Voy para la casa de mi comadre Pancracia que e
de la esperaban, mientras que Gaspar, se dirigió a su casa, y al
o dicen por ahí sobre ese fan
cia, me la encontré en el cami
a?, no puede ser, ell