Fernando Betancourt, recrea las tradiciones y leyendas que toda persona nacida en la hoy provincia de Hato Mayor y sus secciones y parajes, oyó contar a sus padres abuelos, tíos, amigos y relacionados. El aspecto didáctico de esta obra dimana del hondón folklórico dominicano, Muchas de las narraciones del libro del profesor Betancourt existen en las distintas regiones en las cuales está dividido el país. Y tales narraciones apuntan siempre al triunfo del bien sobre las fuerzas del mal. En cada cuento o narración de la obra del profesor Betancourt, está presente esta intención moral y, por supuesto, el valor agregado de la forma enla cual están escritas tales narraciones. Enseñar con el ejemplo es la finalidad orientada de las obras genéticas de los pueblos, ya se trate de los mitos de fundación u origen como la Biblia, los libros de la India, del Japón, de la China, de los mayas, aztecas e incas o de la paradigmática Grecia para nuestro occidente. Está obra contiene 22 narraciones(por capitulo), con temática diferentes.
La noche estaba oscura y desierta. Cerrando las puertas de su barbería estaba Gaspar. La hora había avanzado y él tenía que irse a su casa que le quedaba al otro lado del palmar. Gaspar era el barbero del lugar y todos los días tenía que trasladarse al pobladito donde tenía su barbería. Algunos de los clientes hablaban sobre el fantasma de doña Dorotea, Gaspar acostumbraba a salir de su trabajo todos los días a las seis de la tarde, pero ese día salió un poco más tarde porque había tenido muchos clientes.
Gaspar era de aspecto sencillo y vestía decorosamente, era gordito, de color claro, su cara era redonda, y era bajo de estatura, después de cerrar su barbería tomó el angosto camino que se dirigía a su casa, y mientras caminaba iba diciendo en voz baja: ¿Será cierto que en el palmar salen por las noches algunas apariciones? Que según la gente del poblado, dicen que han visto a Dorotea andando por ahí, pero ella hace más de veinte años que murió.
Negros pensamientos pasaban por su mente, pues él tenía que atravesar el palmar para llegar a su humilde hogar.
Gaspar estaba muy nervioso y para calmar sus nervios empezó a silbar una tonada; y así quitarse de su mente esos malos pensamientos que le llegaban de aquella difunta, que según la creencia todo el que la veía caía al suelo en estado de inconsciencia, y Gaspar no quería que eso le sucediera. Al llegar al palmar se detuvo. Frente a él estaban los gigantescos árboles con sus grandes ramas que llenaban de temor a los caminantes. Se quedó un momento pensativo, y dijo: ya es muy tarde y la noche está envuelta en tinieblas, ¿qué haré? Dijo: Pero pensando en su familia, Gaspar decidió emprender nuevamente la marcha, su familia lo esperaba al otro lado, y así comenzó a atravesarlo, aunque con un poco de miedo. Al llegar a la mitad del camino vio una figura de una mujer vestida de azul, que se movía de un lado para otro, se detuvo absorto y comenzó a sudar. Su cuerpo estaba frío y pálido.
Sus dientes tropezaban unos con otros por el miedo que sentía, y con voz trémula exclamó: iPor las ánimas del Purgatorio! ¿Quién anda por ahí? Nadie le contestó; sólo se escuchaba el fuerte silbar del viento y el fuetear de las ramas de las palmeras. De pronto salió corriendo despavorido tomando la vereda por las orillas del estrecho arroyo, pero cómo se iba a imaginar que aquella vereda también terminaba dentro del mismo palmar.
A poca distancia alcanzó a ver nuevamente la macabra figura, y con gran temor se escondió detrás de un gigantesco árbol de flamboyán. Gaspar estaba exhausto y jadeante, y dijo: ¿Qué hago? El poblado está muy lejos para volver.
De pronto, una voz detuvo su hablar interior, y le dijo: Compadre, ¿qué hace usted ahí? El terror inundó su mente y cayó sin conocimiento, doña Bonifacia sacó un pote del macuto y se lo pasó dos veces por la nariz al barbero. La partera era una mujer solitaria y de aspecto siniestro. Gaspar que estaba tendido en el suelo volvió en sí. Pero más grande fue su sorpresa cuando abrió los ojos, los cuales tenía borrosos; vio que estaba en los brazos de aquella mujer que se le parecía al fantasma de Dorotea, y aterrorizado gritó iAy! No me lleve Dorotea, entonces la partera con voz suave le dijo: No tenga miedo compadre, soy yo, su comadre Bonifacia. El barbero exhaló un suspiro de aliento, y se tranquilizó, mientras ella le preguntaba: -¿Qué le pasó compadre? Está usted frío y pálido, además está temblando. Pero Gaspar solamente atinó a preguntarle ¿qué hace usted por este lugar y a estas horas de la noche? Entonces, el barbero desesperado le dijo a doña Bonifacia: Salgamos de aquí rápido!, Mientras Gaspar y la partera caminaban, él le contaba lo que había visto en el palmar, y ella le dijo: No se lleve de esos vagos del pobladito, ellos siempre están hablando de que en el palmar sale el fantasma de la difunta Dorotea.
¿Y para dónde va usted, estando la noche tan oscura?, le preguntó a su comadre Bonifacia. Voy para la casa de mi comadre Pancracia que esta noche va dar a luz y tengo que hacerle el parto, le Contestó ella.
Entonces la partera tomó el camino hacia la casa de Pancracia donde la esperaban, mientras que Gaspar, se dirigió a su casa, y al llegar le contó a su mujer todo lo que había sucedido en el palmar,
Entonces su mujer le dijo: Eso dicen por ahí sobre ese fantasma, pero eso no es cierto.
-Eso me dijó la comadre Bonifacia, me la encontré en el camino, cuando venía por el palmar-.
-¿La comadre Bonifacia?, no puede ser, ella murió en la tarde...
Esta es la historia de una estudiante de preparatoria, llamada Maria Nicoll Pianti alegre y encantadora de tan solo 16 años que no sabia lo que era el amor y no creía que existiera debido a sus padres nunca se amaron y solo se lastimaron. Para ella es solo una fantasía. Por otro lado tenemos a Carlos Perez de 25 años soldado de la república que a pasado por muchas desiluciones amorosas que lo llevaron a no creer más en este sentimiento. Podrán estas dos personas superar esta barrera de edad y volver a creer en el amor.
Maya se encuentra entre la espada y la pared , debido a que su padre le impuso un ultimátum: o te casas o trabajas decide rápido o tendre que elegir por tí. Lucas es un billonario retirado de la vida empresarial que ahora de dedica a las labores agrícolas y ganaderas, ya que siempre fue su sueño trabajar en la naturaleza.
Lucas se acaba de mudar al frente... Y Amaya se pregunta porque al frente y no al lado, ella sabe que es una pregunta estupida, solo que ella quiere vivir la historia romántica del chico del lado, sabe que es tonto, pero es un romántica incurable...
Allison se enamoró de Ethan Iversen, el futuro alfa de la Manada Moonlight Crown. Siempre quiso que él se fijara en ella. Sin embargo, Ethan era un alfa arrogante que pensaba que una débil omega no podía ser su pareja. El primo de Ethan, Ryan Iversen, que había vuelto del extranjero y era el verdadero heredero de la manada, nunca intentó conseguir el puesto ni mostró ningún interés por él. Era todo un alfa playboy, pero cuando regresó a la manada, una cosa cautivó sus ojos y fue Allison.
Kai y Lizzy inician una nueva etapa, donde se destapan secretos, caen muros y la relación se fortalece.
Durante los tres años de matrimonio, lo único que Alicia recibió de su marido, Erick, fue indiferencia y disgusto. Justo cuando algo despertó su esperanza de que Erick finalmente hubiera cambiado, descubrió que él tenía motivos ocultos. Tanto el amor como la paciencia tenían fecha de caducidad. Incapaz de soportarlo más, Alicia solicitó el divorcio. Erick la acorraló contra la pared y exclamó: "¿Quieres divorciarte de mí? ¡De ninguna manera!". Aun así, Alicia estaba decidida a cambiar. Comenzó su camino hacia el éxito y pronto atrajo a muchos admiradores, lo que enojó mucho a Erick. Un día volvió a ver a Alicia, que estaba con unos niños. Al ver la escena, actuó fuera de lugar: "Déjame ser su padre". Alicia puso los ojos en blanco. "No necesito su ayuda, Sr. Ellis. Puedo cuidar de ellos por mi cuenta". Sin embargo, Erick no aceptaría un "no" por respuesta...
Fue un gran día para Camilla. Estaba ansiosa por casarse con su guapo esposo. Desafortunadamente, él nunca apareció durante toda la ceremonia. Se convirtió en el hazmerreír de todos los invitados. En un ataque de rabia, salió con un extraño en su noche de bodas. Se suponía que iba a ser una aventura de una noche. Pero para su sorpresa, el hombre se negó a superarla. La persiguió incesantemente como si le hubiera robado el corazón esa noche. Camilla no sabía qué hacer. ¿Debería darle una oportunidad? ¿O simplemente mantenerse alejada de los hombres?
¿¡Se supone que una mujer se debe casar con el hombre que ama profundamente!? No con un desconocido. ¿Qué puede ser más peor que dejar al hombre que amas profundamente por otro que no sientes nada? ¿Existe algo mas cruel, que ser sacrificada y engañada en una red de mentiras por tus propios padres en el bien de su propia codicia? Esto fue exactamente lo que sintió ella cuando se enteró que debía casarse con quien jamás pensó hacerlo. Estaba furiosa e indignada que no pensó lo que hacía. -¡No me quiero casarme! ¡NO ME CASARÉ CONTIGO! -gritó cuando vio al hombre cuya foto le habían mostrado sus padres. -¿Qué dijiste? -le preguntó con cierta advertencia en su voz. Ella apretó los dientes y recordó lo que había tenido con su novio. La audacia la atravesó una vez más. -No me casaría contigo. No puedes obligarme y no lo permitiré. Amo a alguien y no eres tú. -¿Te pedí que te casaras conmigo?
Rena se acostó con Waylen una noche cuando estaba borracha. Y como ella necesitaba su ayuda mientras él se sentía atraído por su belleza juvenil, lo que se suponía que sería una aventura de una noche se convirtió en algo más. Todo iba bien hasta que Rena descubrió que el corazón de Waylen pertenecía a otra mujer. Cuando esa mujer regresó, dejó de volver a casa, dejándola sola por muchas noches. Finalmente, un día, la pobre chica recibió un cheque y unas palabras de despedida. Para sorpresa de Waylen, Rena solo sonrió y dijo: "Fue divertido mientras estuvimos juntos, Waylen. Pero espero que no nos volvamos a ver nunca más. Que tengas una buena vida". Sin embargo, por voluntad del destino, los dos se volvieron a encontrar. Al ver que Rena tenía a otro hombre a su lado, los ojos de Waylen ardieron de celos y gritó: "¿Cómo diablos lograste seguir adelante? ¡Pensé que solo me amabas a mí!". "¡Es pasado!", Rena se burló, "hay demasiados hombres en este mundo, Waylen. Además, tú fuiste quien pidió la ruptura. Ahora, si quieres salir conmigo, tendrás que hacer cola". Al día siguiente, Rena recibió un anillo de diamantes y un mensaje del banco de que alguien había transferido miles de millones a su cuenta. Waylen apareció, se arrodilló frente a ella y dijo: "¿Puedo saltarme la fila, Rena? Todavía te quiero".