CI
ender la vida que nos tocaba, ¿existía el destino?, no estaba segura de ello, solo que uno era el
ayó a la cárcel. Y un año en que me entregué a la persona que llegué a creer que era la indicada, pensando que era el indicado, el verdadero amor. Pero el tiempo me había demostr
an, y otras permanecerían para siempre. Como dicen, el tiempo lo dirá todo y es el que ayudará a sanar. Lo primero lo tenía muy claro, pero
experiencia pero ya andaba dando frutos de ello. Me encontraba de pie mientras por mi vista miraba una escena muy hermosa y conmovedora. Se estaban casando James
ia, los novios cruzan el pasillo aún mir
evar más y salíamos juntas a tomar el café o a comer. James siempre había sido un
e aún no era nada seguro, pero aún así se había dado la oportunidad de intentarlo con alguien, y eso era bueno. Había regresado solo para estar presente en la boda de su hermano, y nos volvimos a ver
s las hacíamos juntos, solo que habían cosas en las que no quería acompañarla, como cuando se iba de baile por la noche a un club o la invitaban alguna fiesta. Y aunque aún así quisiera hacerlo, mi trabajo tampoco me lo permitía. No tenía energía para
er de mi nube, donde me encontraba flotando, mientras soñaba en el hombre perfecto. Pero quizás solo no existían para mí, y para ella tal vez la vida le tenía una sorpresa, por ese ra
me ofreció su brazo para que lo tomara y nos acercáramos a ellos, mientras su novia caminaba agarrada de su otro brazo. A veces pensaba que la chica sabía algo de los sentimientos que llegó a tener mi amigo por mí, y es que su actitud a veces lo parecía. Pero no tenía porque sentirse insegura, é
is amigo. No podía quedarme a esperar a que terminará todo el baile. Si antes no tenía tiempo ahora era peor, en ningún evento me quedaba más tiempo. D
tario, y ese lugar fue uno en donde envié currículum. En ese tiempo creí que era para mi mala suerte. Fueron los únicos que me ofrecían un mejor vacante, lo que se acercaba
otra, hasta el punto de hacer las paces, y enfocarnos solo en el trabajo. De tanto convivir y vernos seguido, fue cambiando, se volvió educado, caballeroso y amable, que no sabía que algo así existier
sa de su familia, me han ascendido hace un par de meses atrás y todo se lo debo a él. Él siempre ha creído en mi capaci
er una ejecutiva economista. Ahorita estaba encargada de
con las que están asociadas para autorizar la construcción del nuevo proyecto. La de la familia de Alex es una asociación ar
e la compañía. Durante este tiempo hemos sido un gran equipo
bajo, nuevas personas y amistades, eso me ayudaba a tener una vida tranquila y distraerme para no estar pensando en