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a casa. Podía ver el sol reflejado en el mar, mientras escuchaba el sonido de las olas. Me destapo, arrojando la sábana a
que para entonces ya estoy más despierto. Mi teléfono suena en algún lugar de la recámara, lo escucho a lo lejos.
o la pantalla, es Sam, mi amigo, mi socio. Con el ceño fruncido a
¿S
hasta que res
prepararme un batido rápido, me gusta hacer
urre? - c
¿cómo estás?, ¿cómo te va en tu vida monótona y aburrida?, yo todo bien, en la pla
un hombre agresivo, pero si la ocasión lo a
es? - refunf
de preparar mi b
osigando. - En fin.. llamaba para decirte que tenemos una reunión con los socios ingleses. El CEO vendrá d
espondo, sin tomarle im
por mi cartera y mis ll
arte. Si eso hubiera querido s
mi autorización para llevar la empresa co
go de casa cerrando la puerta. No me iré en el auto, me coloco el manos libres. Desde aquí co
endo que regresara - Creo que ya tuviste suficiente de ese martirio, ya te castigaste demasiado, deberías de reponerte y s
refugiado en el trabajo y cuando decidí irme. Seguía haciendo lo mismo, pero desde la empresa de mi padre. No descansaba nunca. Sam, intento muchas veces de conven
puedo hac
as "veré
quedaba callado, muy aparte de los negocios se que también lo ha
solo lo escuchaba. Después de terminar la llamada, seguí con mi ejercicio matutino.
traían, para no estar pensando
me a duchar. Tome mi laptop, para seguir con el trabajo. Si
ordarme algo, eso hacia que se me quitaran las ganas de ir. A ella le había molestado mi ruptura, como si fuera su relación la que se hubiera rompido. Se que le llegó a tener
con la que iba hacer mi vida y formar una famili
uía afectando a mi madre. Quería preguntarle pero a la vez, temía hacerlo. No quería verla así, por esa
s futuras que tenía. Se las pasé al esposo de Mara, ya que a él deja
se estaban elaborado. Necesitaba urgente una asistente. Le avisaré a Sam por mensaje que solicite una asistente temp
***
madre, y de todos los demás, antes de v
reparaba era delicioso. Aunque también llegue amar otro, de alguien más. - tan siquiera necesito
ra con esa expresión que s
que te perturba tanto - no se
pesadez y suspi
s puesta en ella - Sí, tú. No me
con la
mientras por dentro sentía lo contrarío - Tengo que ir a trabajar, no má
y se sienta frente a mí,
so. Lo que me preocupa es que y
omer para
a terminar con mi vida - soné sarc
tener alguien a tu lado para que no estés y no te sientas solo. No por
bebida, y sin dej
bien así. - intento mostrar seguridad en mis
eyó ninguna de mis palabras, solo a
***
día siguiente me tenía que presentar en la empresa y después ir a esa reunión que será en un restaurante. Por esa razón ese mismo d
preferían así, pero a mí ya no me gustaban esas cosas, prefería y a la sala de juntar y terminar rápido con el asunto, una comid
ho a Sam que me consiguiera una asistente, era muy necesario que a más
bajo. El aire fresco me da la bienvenida. Echaba de meno
ícil para mí, pero se que ya era
enido, ya le había avisado que volvería. Antes de subir m
és a nada. Pero era mi forma de demostrar que todo me dab
Tome mi maletín, y baje, para entrar. Con cuidado abro la puerta. Frunzo el ceño cuando el olor a limpio inunda mis fosas nasales. Segur
ar, intenté respirar. Sabía que aquí también había recuer
scaleras hasta llegar a la segunda planta. Paso por el cuarto que era de Elián, lo extrañaba muc
el pomo de la puerta de mi habitación y tengo que aguantar la respiración, cuando me imagino su risa, y su voz, por muy loco que parezca. Mi
noches y contemplaba las estrellas, también la veía allí, había dejado de ver hacía arriba, para no recordarla. Era inútil. Su imagen persistía, su carita de niña buena me perseguía hasta en sueños, el recuerdo de
contrarme con ella moriré de un ataque de pánico o mucho peor si me recibe con su indiferencia como lo