personajes de mis libros que forman parte de la Serie Romance y que se encuentran en Buenovela, me pueden seguir en redes
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999. Manizale
edimento para que los dos pequeños aventureros: Carlos y Joaquín Duque emprendieran una travesía aquel día, ambos
no menor siempre los despertaba con un cálido beso en la frente, pero aquel niño jamás recibía una muestra de afecto de su progenitora, apenas tenía diez años, demostraba gran inteli
de Carlos estaba lleno de amor para Joaquin, lo cuidaba y protegía, el cariño entre ambos era innegable, al pensar en l
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aún adormecido pasaba su manito por el brillante pelaje de su mascota, enseguida escuchó la puerta de su habitación abr
al gatito de la cama de su hijo, enseguida se acercó al pequeño
sinceridad Joaquín-. Además, yo no lo escondí, él ya estab
sonrió y abra
jas a desayunar mi
espondió el
mo aquel día, él y su hermano tenían una misión important
con un abrazo. Miguel Ángel correspo
er a Carlos. «¿Será que la bruja no le dio permiso?» se preguntaba el pequeño, era tant
vorito: arepas, huevos revueltos, jugo de naranja, pero ni siquiera el exquisito aroma de la comida que humeaba a su alrededor le llamaba la atención, hast
bas a venir -re
ntestó Carlos, jugando co
s -regañó el meno
mismo hizo con su madrastra quien siempre lo acogía con los brazos abiertos y muchas veces le brindaba el cariño materno que
no se alejaran de la hacienda, fue así que Carlos, con su hermano menor llevaban con mucho cuidado una plantita de orquí
o, Carlos, había leído en libros sobre la manera correcta de diseminar orq
stos troncos, Carlos? -preguntó Joa
yo leí decía: «No hace
os a sembrar? -pregun
. Vos escogerás el lugar donde sembraremos nuestra or
contrar el mejor tronco, fue así que luego de caminar varias horas halló u
e tomaron de las manos y empezaron a dar vueltas emocionados, entonces Carlos, con ayuda de su hermano sacaron del plástico la orquídea, con el agua de la
ncargar de regar la orquídea. ¿Si recuerd
llegar -afir
as se agarra las raíces al árbol
en mí? -ind
mó Carlos, muy orgullos
ar la orquídea y a cuidarla, pero vos prométeme
ó en vos y sé qué harás un buen trabajo -animó Carlos a su hermano, era él quien
de lo más profundo de su corazón-, alg
os, muy seguro de lo que sentía por su h
a Carlos, su mamá le daba permiso acudía con su hermano, al cabo de algún tiempo se dieron cuent