Carlos y Joaquín Duque, siendo niños mantienen una relación de complicidad y hermandad inquebrantable, es así que meses antes de la navidad siembran una orquídea, esperando que florezca para jurar: cuidarse, protegerse y estar siempre uno al lado del otro. En la época navideña Carlos escucha una conversación que lo hace pensar que nadie lo quiere y decide irse de la casa, es así que Joaquín, al enterarse va tras su hermano. Los dos emprenden camino juntos y terminan perdidos en el bosque, en medio de una torrencial lluvia, descubren una casita humilde; en ese lugar son acogidos con generosidad por una humilde familia; es así que aquel 24 de diciembre Carlos y Joaquín, descubren el verdadero significado de la navidad, al día siguiente descubren que la orquídea ha florecido y realizan el juramento sin imaginar que años más tarde uno de ellos olvidaría aquella promesa. Los invito a leer la historia que nadie conocía de los hermanos Duque, con la esperanza de que algún día vuelva a florecer el cariño entre ellos y vuelvan a recuperar el tiempo perdido. PROHIBIDA SU REPRODUCCION TOTAL O PARCIAL. REGISTRO EN SAFE CREATIVE: 1912062630585 REGISTRADA EN EL INSTITUTO DE PROPIEDAD INTELECTUAL DE ECUADOR.
Queridos lectores este libro es un relato corto que participó en un concurso de navidad que narra la vida de niños de dos personajes de mis libros que forman parte de la Serie Romance y que se encuentran en Buenovela, me pueden seguir en redes sociales: FacebooK: Si me ves llorar por ti by Angellyna Merida para saber más de mis obras. Espero disfruten este relato.
****
Septiembre, 1999. Manizales- Colombia.
El cielo de la hermosa Perla del Ruiz amaneció nublado, y los estruendos avizoraban lluvia; pero eso no era un impedimento para que los dos pequeños aventureros: Carlos y Joaquín Duque emprendieran una travesía aquel día, ambos niños despertaron temprano, con el canto de los pájaros y el delicioso olor del café colombiano recién preparado.
Carlos Mario estiró sus brazos, y antes de salir de la cama recordó que las pocas veces que su madre le permitía quedarse a dormir en la Momposina: Luisa Fernanda la mamá de su hermano menor siempre los despertaba con un cálido beso en la frente, pero aquel niño jamás recibía una muestra de afecto de su progenitora, apenas tenía diez años, demostraba gran inteligencia y actitudes de liderazgo; era él quien guiaba las expediciones que realizaban a través de los cafetales con su hermano y su amigo Jairo, hijo de los capataces de la hacienda.
A pesar de siempre sentir el rechazo de Luz Aída, su madre, aquel niño gozaba de la compañía de su hermano, el corazón de Carlos estaba lleno de amor para Joaquin, lo cuidaba y protegía, el cariño entre ambos era innegable, al pensar en la misión que tenían ese día, sonrió con emoción, saltó de la cama para dirigirse a la ducha y luego cambiarse de ropa.
****
En la hacienda la Momposina el ronroneo de un pequeño minino empezó a sacar de los brazos de Morfeo a Joaquin, el niño aún adormecido pasaba su manito por el brillante pelaje de su mascota, enseguida escuchó la puerta de su habitación abrirse, entonces abrió sus parpados y su mirada se clavó en el dulce rostro de su madre, quién lo observaba con ternura.
-Otra vez escondiste a Bruno -recriminó Luisa Fernanda retirando al gatito de la cama de su hijo, enseguida se acercó al pequeño y besó su frente, lo miró a los ojos esperando una explicación.
-Es que hacía mucho frío mami, me dio pena -respondió con sinceridad Joaquín-. Además, yo no lo escondí, él ya estaba aquí en el cesto de la ropa sucia. -Señaló con su mano.
Luisa Fernanda sonrió y abrazó a su hijo.
-Ve a bañarte y bajas a desayunar mi príncipe -ordenó.
-Sí mami -respondió el jovencito.
El pequeño niño Duque, saltó de la cama con gran entusiasmo aquel día, él y su hermano tenían una misión importante, se bañó, se colocó ropa deportiva y bajó a desayunar.
-Buenos días, papá -saludó a su padre con un abrazo. Miguel Ángel correspondió el gesto de su hijo con cariño.
Joaquín tomó asiento en su lugar a cada instante veía a la puerta, esperando ver aparecer a Carlos. «¿Será que la bruja no le dio permiso?» se preguntaba el pequeño, era tanta la ansiedad que sentía ante la demora de su hermano, que casi no probaba su desayuno.
- ¿Qué pasa mi niño? ¿Por qué no te alimentas? -preguntó su madre preocupada, pensando que a su hijo le dolía algo. Joaquín, nunca rechazaba su desayuno favorito: arepas, huevos revueltos, jugo de naranja, pero ni siquiera el exquisito aroma de la comida que humeaba a su alrededor le llamaba la atención, hasta que escuchó la voz de Carlos hablando con Jairo. El niño se levantó corriendo para ir a ver si en realidad era él, abrió la puerta y su hermano apareció.
-Pensé que no ibas a venir -reclamó Joaquín.
-Ya vez que no es así -contestó Carlos, jugando con el cabello del pequeño.
-No me despeluques -regañó el menor riendo contento.
-Los dos este rato se sienta a desayunar -ordenó Luisa Fernanda. Carlos se acercó y saludó a su papá, con un fuerte abrazo, lo mismo hizo con su madrastra quien siempre lo acogía con los brazos abiertos y muchas veces le brindaba el cariño materno que a él, le hacía falta. Luisa jamás hizo diferencias entre los dos hermanos, intentaba que ambos llevaran una relación armónica.
Una vez que terminaron de desayunar, pidieron permiso para salir a caminar por los cafetales. Luisa Fernanda solicitó que no se alejaran de la hacienda, fue así que Carlos, con su hermano menor llevaban con mucho cuidado una plantita de orquídea conocida como estrella, las cuales florecían cada tres meses en diversas tonalidades: blanco, rosa, morado, amarillo.
Ellos desconocían las técnicas para sembrar una planta de esas; sin embargo, Carlos, había leído en libros sobre la manera correcta de diseminar orquídeas, fue así que caminaron en medio de los árboles de pino y eucaliptos.
- ¿Por qué no sembramos en uno de estos troncos, Carlos? -preguntó Joaquín, cansado de dar tantas vueltas.
-Porque en el libro que yo leí decía: «No hacerlo en pino y eucaliptos»
- ¿Entonces dónde vamos a sembrar? -preguntó Joaquín impaciente.
-Debemos seguir buscando el tronco adecuado hermanito. Vos escogerás el lugar donde sembraremos nuestra orquídea y cuando florezca vos y yo haremos un juramento.
Joaquín se emocionó mucho al ver que su hermano le asignaba la tarea de encontrar el mejor tronco, fue así que luego de caminar varias horas halló un pequeño madero con una hendidura adecuada para poder realizar la siembra.
-¡Mira hermano! -exclamó Joaquín, saltando de alegría. Carlos se acercó y se puso a comparar los troncos, en efecto podían sembrar ahí la plantita. Ambos se tomaron de las manos y empezaron a dar vueltas emocionados, entonces Carlos, con ayuda de su hermano sacaron del plástico la orquídea, con el agua de la lluvia que habían recogido con anterioridad, limpiaron las raíces sin dejar rastro de tierra, colocaron la planta en el tronco y la amarraron con algodón.
-Cuando yo no pueda venir, vos te vas a encargar de regar la orquídea. ¿Si recuerdas el camino? -indagó Carlos a su hermano.
-Sí sé cómo llegar -afirmó Joaquín.
- ¿Seguro? Mira pues, que mientras se agarra las raíces al árbol, debemos regarla todos los días.
- ¿Confías en mí? -indagó Joaquín.
- ¡Claro que sí! - afirmó Carlos, muy orgulloso de su hermano menor.
-Yo te prometo a vos, que vendré a diario a regar la orquídea y a cuidarla, pero vos prométeme que vas a tratar de venir casi siempre conmigo.
-Haré todo lo posible, vos sabés que a veces mi mamá no me da permiso, pero confió en vos y sé qué harás un buen trabajo -animó Carlos a su hermano, era él quien siempre le daba confianza al pequeño que en ocasiones era temeroso y asustadizo.
-Te quiero mucho -expresó Joaquín, desde lo más profundo de su corazón-, algún día seré igual de valiente que vos.
-Yo también te quiero mucho -afirmó Carlos, muy seguro de lo que sentía por su hermano. Los dos se abrazaron muy fuerte.
En el transcurso de las semanas Joaquín, iba y regaba casi a diario la planta de orquídea, cuando a Carlos, su mamá le daba permiso acudía con su hermano, al cabo de algún tiempo se dieron cuenta de que las raíces se habían agarrado al árbol, estaban felices esperaban ver florecer la planta.
Luciana Gómez no tuvo más alternativas en la vida que convertirse en escort para pagar la enfermedad de su hermano menor, era consciente que salir de ese mundo era difícil; sin embargo, jamás pensó que Juan Miguel Duque un joven empresario millonario quedaría prendado de su belleza. Varias noches contrató sus servicios sin atreverse a tocarla, solían conversar y abrir sus corazones, así fue naciendo un gran amor, y cuando él la sacó de ese mundo, sus enemigos idearon un plan para separarlos, y la alejaron de su vida haciéndole creer que ella lo engañó. Miguel no supo que ella estaba embarazada. A Luciana la encerraron y torturaron en un burdel, y el día que dio a luz a sus mellizos fue rescatada por un policía que dio su vida a cambio de la de ella, desde ese entonces tuvo que cambiar de identidad y fingir su muerte. Cuando Miguel quiso buscarla fue demasiado tarde, ella estaba muerta, consternado tuvo un terrible accidente que lo dejó en coma por más de un año, ahora no la recuerda, pero aparece en sus sueños cada noche; ahora solo sabe que ella lo engañó, y está por casarse con su novia de toda la vida, no imagina que ella fue la culpable de todo; sin embargo, el destino volverá a juntar los caminos de Lu y Miguel, cuando sus mellizos, dos pequeños superdotados, salven la vida de su padre. ¿Podrán volver a estar juntos? ¿Existirá una segunda oportunidad para esta pareja? ¿Qué hará Miguel cuando se entere de que tuvo dos hijos con una escort? Los invito a descubrirlo. Registro en Safe Creative 06/04/2023 23040XXXXX443 Queda prohibida la distribución de este libro sin permiso de la autora. Prohibidas copias, adaptaciones y demás, sin consentimiento de la autora, este libro y los demás de mi autoría, están debidamente registrados en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador, así que cualquier copia o adaptación ilegal será sancionada legalmente de acuerdo a las leyes vigentes en cuestiones de protección de derechos de autor.
Sinopsis. Juan Andrés Duque es un playboy millonario, acostumbrado a tenerlo todo, no hay cosa que con el dinero de sus padres no pueda comprar, eso incluye hasta mujeres. Jamás ha tomado la vida en serio, y cree que el mundo gira a su alrededor. Paula Osorio es una muchacha de origen humilde, que guarda un oscuro secreto, a sus veintidós años es madre soltera, tiene un pequeño de cinco años, y lucha cada día por sacarlo adelante, a pesar de la enfermedad que cada día la consume. Paula desesperada por conseguir dinero para su operación, decide aceptar un empleo que jamás imaginó, se convertirá en la esposa de mentira de Juan Andrés Duque, aliada con los padres de él, para darle una lección, y enseñarle que el mundo no es color de rosa como él piensa, y que la vida de una persona puede dar un giro de ciento ochenta grados de forma inesperada. Solo existe un pequeño problema, a ella solo le quedan tres meses de vida. Obra registrada en Safe Creative: 07/12/2022 2212072792693 Registrada en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador, por lo tanto, queda prohibida la distribución de esta obra sin permiso expreso de la autora, se prohíbe la reproducción total o parcial del libro. ©Angellyna Merida, 2022
—Vuelve a ser mía —susurró en sus labios —Caso contrario, te aseguro que todas las noches que estés con él, vas a pensar en mí, vas a extrañar mis besos, mis caricias, vas a imaginar que soy yo —afirmó reflejándose en los aceitunados ojos de ella. —Ese será tu castigo por ser tan necia y no admitir lo que sientes —sentenció. La joven se estremeció al escuchar sus palabras, todo su ser sintió un cosquilleo, su corazón palpitaba con fuerza, inhaló profundo para hablar: —¿Quién te asegura eso niño bonito? —inquirió. —¿Piensas que soy igual a todas esas mujeres con las que...? —presionó sus labios—. Ni así fueras el último hombre sobre la faz de la tierra —resopló cruzando sus brazos, mirándolo a los ojos. Historia Registrada en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador. ©Angellyna Merida, 2019. Código de Registro en Safe Creative: 1905291024256 Prohibida la transcripción parcial o total de la obra sin la autorización de la autora.
Joaquín Duque vive sumido entre sombras y remordimientos. Su existencia se resume a: mujeres, licor, fiestas y derroche. María Paz Vidal es luz, alegría, seguridad, apareció para pintar de colores la vida gris de él; sin embargo él cree que ella es un lujo que no se puede dar. Dos seres distintos: Él es oscuridad. Ella es la aurora. Dos almas gemelas predestinas a estar juntos desde antes de nacer, pero: ¿Será suficiente el amor para rescatarlo de las tinieblas? ¿Podrá el amor vencer a la maldición que pesa sobre los miembros de la familia Duque? Obra registrada en Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador. ©Angellyna Merida, 2019. Registro de Safe Creative: Código: 1910082127863. Prohibida su reproducción total o parcial, transcripciones, plagios, adaptaciones.
Paloma Borrero, a sus dieciocho años creyó haber encontrado el hombre de sus sueños, atento, caballero, educado, era el hombre con el cual había soñado toda su vida. El amor a veces no entiende de razones, ella lo dejó todo por él, y él se acercó a ella solo con un propósito... ¿Cuál fue el motivo que llevó a Iván Arellano a destrozar la vida de la persona que amaba? ¿Logrará Paloma, recomponer su corazón recogiendo los pedazos que se quebraron después de aquel engaño? ¿Existirán las segundas oportunidades? ¿Se podrá volver a creer y confiar en la misma persona? Si lo quieren descubrir los invito a leer esta historia, llena de dolor, lágrimas, mentiras, engaños, pero que al final nos dejará un gran mensaje. Obra registrada en SafeCreative Código de registro: 2003123287998 Registrada en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador. 2018. Derechos Reservados. Queda prohibido, copias, adaptaciones, transcripciones sin autorización de la escritora; las personas o grupos involucrados recibirán la respectiva sanción que la ley amerita.
Para cumplir el último deseo de su abuelo, Stella se casó con un hombre al que nunca había visto. Sin embargo, los dos continuaron llevando sus vidas sin ser molestados. Un año después, Stella regresó a Seamarsh con la esperanza de conocer a su misterioso marido. Pero para su sorpresa, él le envió un mensaje pidiéndole el divorcio. Apretando los dientes, ella respondió: "¡Entonces divorciémonos!". Poco después, Stella se convirtió en empleada de Grupo Prosperity y trabajó directamente para el director ejecutivo del grupo, Matthew. Se decía que el apuesto CEO estaba casado y amaba mucho a su esposa. ¡Pero Stella no sabía que él era en realidad su misterioso marido! Decidida a centrarse en su carrera, Stella deliberadamente se mantuvo alejada del jefe, aunque no pudo evitar notar sus intentos de acercarse a ella. Un día, su marido cambió repentinamente de opinión y se negó a seguir adelante con el divorcio... ¿Cuándo descubriría Stella que Matthew era su marido? En medio de una mezcla de dulzura y mentiras, ¿adónde los llevaría el destino?
Yo tengo complejo de fea, soy enana con una piel blanca, cabello rubio, ojos verdes y lo último, pero no menos importante es que soy principalmente rellenita. En conclusión, una chica algo fuera de lo normal para los adolescentes de mi edad y a la vez muy normal para los adultos. Amir Dhall es... un total dios arrogante e hijo del jefe de mi padre. Se puede decir que odio muchas cosas de él, por ejemplo: sus brazos, rostro, cuando te mira como si fueses una cucaracha, su cuerpo de atleta mejorado y esos hermosos ojos azules; sin embargo, lo que más odio de él es que siempre está, a cada momento, donde yo estoy. Y eso me da mucho miedo, pero de igual forma, lo odio. O eso creo yo. ...
Mi nombre es Alicia, y solo tres palabras han podido definirme durante toda mi vida: adicta al placer. Sí, soy una jodida ninfómana y no temo a decirlo. He vivido cientos de aventuras y he cumplido todas y cada una de mis fantasías más retorcidas, esas que nadie se atrevería a contar en voz alta. Nadie excepto yo. ¿Te atreves a descubrirlas? Eso sí, te advierto que necesitarás dos cosas: lo primero, una mente muy abierta y, lo segundo, un par de bragas limpias...
Eveline se casó con Shane, un obstetra, a la edad de 24 años. Dos años más tarde, cuando estaba embarazada de cinco meses, Shane abortó al bebé él mismo y procedió a divorciarse de ella. Fue durante estos tiempos oscuros que Eveline conoció a Derek. Él la trató con ternura y le dio el calor que nunca antes había sentido ella. También le causó el mayor dolor que jamás había tenido que soportar. Eveline solo se hizo más fuerte después de todo lo que experimentó, pero ¿podría soportar la verdad cuando finalmente se revelara? ¿Quién era Derek detrás de su carismática fachada? ¿Y qué haría Eveline una vez que descubriera la respuesta?
Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio. "¡Deja de molestarme!", dijo su exnovio. "Mi corazón solo pertenece a Jenna". "¿Quién te crees que eres? ¿Mi mujer siente algo por ti?", reclamó un misterioso magnate.
Sabrina tardó tres años enteros en darse cuenta de que su marido, Tyrone, era el hombre más despiadado e indiferente que jamás había conocido. Él nunca le sonrió y mucho menos la trató como a su esposa. Para empeorar las cosas, el regreso del primer amor del hombre no le trajo a Sabrina nada más que los papeles del divorcio. Con la esperanza de que todavía hubiera una posibilidad de salvar su matrimonio, le preguntó: "Tyrone, aún te divorciarías de mí si te dijera que estoy embarazada?". "¡Sí!", él respondió. Al comprender que ella no significaba nada para él, Sabrina finalmente se rindió. Firmó el acuerdo de divorcio mientras yacía en su lecho de enferma con el corazón hecho pedazos. Sorprendentemente, ese no fue el final para la pareja. Fue como si Tyrone despejara la mente después de firmar el acuerdo de divorcio. El hombre que alguna vez fue tan desalmado se arrastró junto a su cama y le suplicó: "Sabrina, cometí un gran error. Por favor, no te divorcies de mí. Te prometo que voy a cambiar". Sabrina sonrió débilmente, sin saber qué hacer…