bía dado por lo menos cincuenta pasos y unos diez tropiezos. No sonaba nada justo, que por ello mi vida, f
hará entenderme u odiarme un poco más. No lo sé. Hasta ahora algo que no he comprendido es el cerebr
rte a un hombre por asesinar a una mujer que traic
mujer que engaña o la mujer que
filosófico. Sólo
el chat. Mientras escribo, continúan llegando mensajes
ise ser,
da de ningún hombre. No tuve una figura paterna y eso tal vez me hizo desconocer muchas cosas que como hombre debía saber. Pero ta
no escogí. Y en ese mismo camino aprendí de fo
algo desajustadas de la realidad. Mi primer película porno, la vi con Estevan, un vecino, cuyos padres
grosor que el mío. Luego entendí que era
odomia, ella no quiso nunca y por ello, mientras terminaba algún recital y los poetas más intelectuales bebían y conversaban de sus obras; yo me llevaba alguna poetisa
ceptada en el grupo de teatro Máscaras. Ese día estaba muy contenta. Así que le invité algunos tragos en uno de los bares que estaban
s, la bebida fue haciendo todo más fácil. Comenzamos a besarnos. Yo dejé que
mi mano. Y mis dedos comenzaron a tocar su cartílago, ella se movía suavemente ayudando a que su sexo comenzará a agitarse y contraerse. Venía el mes
e forma instantánea, mi pene se puso duro. Ella me miraba mientras lo acariciaba. Yo dejé mi cerveza de lado y comencé
terruptor y ella comenzó a respirar rápido y entre cortado. Yo sentí la humedad de su
al baño. Tenía mi pene apunto
ando unos tragos. En medi
é a frotar mi pene, hasta sentir mi org
r la cuenta
del bar. Paré un taxi
mbiamos algunos mensajes algo fuertes sobre lo que deseaba
iam había cambiado drásticamente. Salió de la habitación, me envolví en la toalla para seguirla
. Disfruté mucho. G
fácil explicarlo. Afortunadamente había eliminado
Antes de que me preguntara, le comenté que el recital había quedado maravilloso y que había una señora q
ó y me dio un beso. Cenam
sueño?–le
no–respondi
ave. La comencé a besar desaforadamente imaginando q