me informó que sería trasladada a Estados Unidos, mi abuelo paterno vivía allá y era lo má
is padres y el hecho de alejarme para siempre de su reposo eterno no me estaba sentando muy bien. La casa fue alquilada muy rápidament
está la posibilidad de que mueras en el camino y tu cuerpo nunca lo reconozcan porque explotará junto a los demás en una serie de confeti nefasto que nunca podrá
se momento. Era mi último cumpleaños, fuimos a una feria y nos pintaron las caras, jugamos y reímos los tres y, al volver a cas
buscando dormir, sino un segundo de paz ante aquel
zo que no había visto hasta ese momento, me sonreía un poco avergonzado de que
rme un poco, mis amigos prepararon un vídeo
blando de lo que haríamos en vacaciones hasta donde el presupuesto nos lo permitía, ahora me encontraba huyendo de mi p
se por eso y por todos mis documentos necesarios esto hubiese sido totalmente imposible, incluso duda
del asiento trasero me sonrió cuando tropezó conmigo "sin querer". ¡Sí, claro! Conocía ese truco. Había crecido c
l?- sonreí con amabilidad
unté y él caminó junto a mi por el estre
o mirarlo con curiosidad, miraba a todos lados
aún más a mí y me sonrió como si
un poco y eso despertó en mí una alarma, caminaba muy cerca mientras inten
etar mi antebrazo y en ese momento alguien me sujetó del
y de inmediato lo atraparon cuando intentaba correr. Suspiré mirando a mi abuelo mientras me evaluaba de pies a cabeza- ¿No te hizo nada? Dime la verdad, Sahara, porque si te hizo algo...- no quise saber cómo terminaría esa frase, era c
uré mientras su calva cabeza descubierta
o terminó indicandoles que no estaba pasando por un buen momento y dándoles su dirección para que fuesen a visitarnos en los días próximos, mi abuelo tenía un extraño poder de convencimiento y me alejé un poco viéndolo de lejos. Vestía de negro, como hacía desde que tenía uso de razón, en su mano, precisamente en sus nudillos izquierdos, es