llave de tr
tor de la Harley que armaba y me miró con fastidio observando
pregunté
tar una maldición en su cara- Mejor ve dentro un rato, h
tal vez?- sugerí
go mientras yo termino
chocandolos contra mis muslos desnudos. Llevaba shorts de jeans y una camiseta
tregar esto mañana a mediodía, linda- me recordó y suspiré. Era cie
dré a dar una vuelta por el vecind
No conoces muy b
gesto con las manos-
Y tienes un muy mal genio,
ojos y lo oí murmurar una maldición. Era un dólar p
as- ordenó y asentí con sabiduría- No hables
que debo ser solidaria
scarte con la policía por todos lados y tropezar con tu cuerpo azul y frío po
ar- Bien, será así. No ayudaré a nadie n
su vestimenta y su carácter jodido com
lo había comprado para mi, sino ni tendría uno
ás de un cambio de poco más de dos dólares que el abuelo había dejado junto a la entr
primeras horas. Luego de una especie de fiebre con temblores que duró más de d
mente el único lugar que conocía desde
parecía que aún se desarrollaba, eso o no h
rrettes- me sonr
e not the 18 y
odé un mechón de mi cabello tras la orej
ló en un perfecto español y me sentí la idiota má
é sin mirar sus ojos mientras le tendía el cambio de
do contigo- se rió- Soy
o te haya dicho eso
onreí de vuelta- Cuando quieras damos una vuelta, puedo pres
- admití-¿Vas a l
aduarme- asentí- ¿Y t
do las manos en los
desde cas
a chica agradable y eso me gustaba. Aunque era extrovertida s
e despedí con la mano
e las tiendas, gente caminaba relajada y ocupada en sus asuntos y yo los observaba, como intrusa,
me hiciera la fuerte los extrañaba como nunca antes. Mi corazón dolía y peleaba con Dios preguntandole po
hombro de un chico que ib
o. Sus amigos rieron y me di la vuelta, n
tos comiendo caramelos y caminand
nsa brisa y de pronto se escuchó un trueno, las nubes grises sobre mi cabez
un indigente que llevaba un carro de compras. Le sonreí aunque por dentro estaba
tienda al azar justo mientras la
tazo al lugar: Parecía una tienda de cuestiones astrales y cosas por el esti
tado tras su cabeza con una camiseta blanca me mi
rpadeé- Th
nrió y vaya sonrisa. Colg
egunté de pronto y asintió-
a ciudad? No te h
na tonta y... De hecho, lo soy- me reí nerviosa- Pero iba caminando muy metida en mis
que no es casualidad que estés aquí- Ay no, era un fanático del universo, o eso me pareció- Creo que fue el destino el
ventana la lluvia ser cada vez
ndo chico- Sé que sonará a cliché, Sahara, pero tie
é la
n vistazo más profundo al lugar deslizando mis
lizarse por mi cuerpo, asentí
yo- En el mundo, quise añadir, pero para qué contarle mi vida a un
de sanación en distintas presentaciones-Mis padres viven cerca del bos
?¿Qué e
o tonta. Era obvio qu
tienes?¿S
aso algo en ese tipo era desagradable?¿Era el inci
a él. Sabía que me miraba aún estando de espaldas. En ese pasillo habían c
una mueca recordando los planes que ha
us cejas eran del mismo color, su boca era rosada y me provocó pr
una mueca y di la vuelta de medio lado pero se
onrió un poco y esa mueca removió las mariposas con