img Un Canalla Arrepentido  /  Capítulo 5 Un Canalla Arrepentido | 9.43%
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Historia

CapĂ­tulo 5 Un Canalla Arrepentido

Palabras:2465    |    Actualizado en: 02/11/2021

ande

siado bronceado debido al sol de Miami, segura mente era de eso muchachitos surfista que se pasaban en la playa, ligando con

fuera solo para estacionarlo. Mi buena acciĂłn del dĂ­a, prestarle mi auto a ese muchachito con cara de idi

puse los ojos en blanco y le entregue las llaves del auto.―disfr

ntos privados.-conteste de manera seria,

ados del hotel, solo son utilizados, por el per

si le gustaba perder el tiempo. ÂżPorque simp

soy yo?-le pregunte

nimiento y luego observar el Koenigsegg CCCR plateado estacionado abriĂł los ojos y m

pĂł tartamudeando con torpeza.-di-discu-pe, mi torpez

botones abrió la puerta por mi me dio una cordial bienvenida. La "cordialidad" era uno los fundamentos básicos del hotel, pues dar un buen servicio al cliente,

tes. Los teléfonos en el área del Lobby no dejaban de sonar, mientras las recepcionistas a tendían a los clientes y las llamadas, los botones venía de un lado para otros llevando los carros maleteros cargados de

os grandes color azul, aproximadamente debĂ­a media 1,68. Usaba el uniforme de manera elegante pero provocativa, algunos de los botones de su bl

sort.-me salido la mujer de manera coqueta.-mi nombre es R

nte directamente tal vez ella tuviese deseo de coquetear pero como ell

xhibirse y mostrar sus atributos pero que no suelta prenda antes de recibir algo a cambio. Siempre es lo mismo en la vida siempre es: "un toma y da algo" y má

estaba ocupados por cosas más importantes cómo editar que el infeliz de Gilbert continuase robándome. Bastante hacia

e encuentra, ocupad

nera arrogante―si, acaso deseo―la interrumpí antes de

hablándome con desdén―pero se encuentra ¡O.C.U.P.A.D.O!―dij

o señorita más dinero del que puedes siquiera soñar.―la mire a los ojos con seriedad. Mi voz cada vez era más fría y amenazante, la joven pelirroja ya no parecía tan altanera sino nerviosa.

se a indicarme la direcciĂłn de las oficinas de administraciĂłn para no abandonar supuesto. Pero si se tomaba esa libertad y era tan altanera solo significa algo o alguien le brindaba ese privileg

***

erly

hubiese atacado, sería capaz de despedirme. Y en este momento más que necesitaba mi trabajo. Tenía que calmarme, ¡no me podía dejar llevar por el pánico!

―señor Gilbert, yo..

eĂł sus dedos por mis m

me aleje lo mas que pude de Ă©l. Pero choque contra la pared, me sentĂ­a presionada

le juro que grito!―dije tratando de no sonar asustada. Pero era imposi

, algo, algo se me tenĂ­a que ocurrir para salir de aquĂ­. Desesperada porque no se me ocurre nada para persuadirlo de que no me haga nada, recurro a mis instintos de s

ste se ―¡Suélteme, Suéltem

do―solo quiero que sea más amable conm

. Me muero del asco, de la repulsiĂłn quiero vomi

con desesperación―¡Suélteme, Su

―dije e intenta b

ILIO!―grite pero me dio una bofetada p

enĂł. Y me agarrĂł por el brazo

do―¡Suélteme, viejo asqueroso,

o y me rompiĂł los b

a roto la blusa, ¡me iba a violar!, y nadie a pesar de mis gritos venía a mi

O!―grito―¡N

cer los milagros sĂ­ existen porque levemente escucho el sonido de la puerta ab

MANOS DE ENCIMA!―ordenó

. Miro con rabia mal disimulada a hombre desconocido pero solo por un leve momento. ParecĂ­a conocer al desconocido porque en cuestiĂłn de segundos la rabia

corbata―y-yo le pu-puedo ex-ex-explica.―dijo y sonrió con nerviosismo, pero m

ue hablaba. El desconocido se volteo y por primera vez posĂł su vista en mi. Dio un paso para acercarse a m

musculoso, sino por el simple hecho que su presencia tenía un nosequé...un aire elegante y señorial que pocas personas poseen. Era un hombre poderoso y seguramente influyente se le notaba. Su cabell

nía un gesto de inexpresivo muy duro. Su miraba me contemplaba de arriba a abajo, como si estuviera estudiando pero se detuvo su mirada en mi pecho. Y fue cuando noté lo que él observaba mi blusa rota. Por puro acto reflejo me tape el pecho abrazándome a mí misma con mis brazos

o su saco. La que lo lleva puesto sobre los hombros soy yo. Era el gesto más noble y caballeroso que alguien hubiera

a, y aun podía sentir las lágrimas bajando por mi rostro empapando

s. No, no podĂ­a ser Ă©l acaba de salvaje de ese asqueroso. ÂżEs que acaso Ă©l prentendia que le agradecerĂ­a el favor abriendo mis piernas

el asqueroso Gilbert, ya e

avor haga lo que le pido.-dijo con cortesía pero a pesar de su amables palabra era evidente que me estaba dando una orden. Así que callada deje que me conduje está la puer

dor cuando estuve frente a las enorme puerta metálicas, presione el botón. Dos segundos más tardes se escuchó el timbre de elevador llegando y luego se abrieron las puertas. Entre al elevador y mirando el tablero digital del elevador presione el botón el último piso de la suite más grande del h

?―más lagrimas salían por mi ojos, y aun no encontraba u

erme encima. Primero mi novio me abandona por otra, luego descubro que por idiota estoy embarazada y no tengo ni mas remota idea de

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Contenido

CapĂ­tulo 1 Prologo. CapĂ­tulo 2 Un Canalla Arrepentido CapĂ­tulo 3 Un Canalla Arrepentido CapĂ­tulo 4 Un Canalla Arrepentido CapĂ­tulo 5 Un Canalla Arrepentido CapĂ­tulo 6 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 7 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 8 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 9 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 10 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 11 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 12 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 13 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 14 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 15 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 16 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 17 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 18 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 19 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 20 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 21 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 22 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 23 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 24 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 25 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 26 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 27 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 28 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 29 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 30 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 31 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 32 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 33 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 34 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 35 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 36 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 37 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 38 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 39 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 40 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 41 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 42 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 43 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 44 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 45 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 46 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 47 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 48 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 49 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 50 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 51 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 52 Un Canalla Arrepentido
CapĂ­tulo 53 EpĂ­logo. Un Canalla Arrepentido
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