contra la pared. Mentía, deseó rogarle que continuara tocándole y hacerla sentir l
que le intuían deseaban lo m
egar a ser el típico hombre con músculos y poco cerebro, era candente e inteligente lo que un arma d
mente, algo dentro de ella creció y era otro deseo, quería
s acomodarte con confianza -ella asintió y comenzó a caminar hacia las
con una sonrisa burlona clavando los ojos
ndignada. Si quería juga
omento su cuerpo al intentar subirla por los escalones y con dificultad la escuchó llegar
ta de su habitación y lo admiró, era en verdad, una cosa para disfrutar, con los brazos enganchados a su cintura en una espectacular
sta lo q
ión y por un segundo quiso asentir, p
l joven y se acercó a ella para tomar en sus manos el cuerpo de la mujer, pero Dylan ensegu
rcó a abrazarlo, algo que l
ajeras en una pieza, ah
la mirada hacia su padre que los miraba sonriente-. No quiero
mprendas, ¿verdad Francis? -su padre asintió riendo y enton
quellos champiñones portobello que finalmente quedaron achicharrados junto con el pasto y el preciado artefacto de Francis Derrick, desde entonces ninguno de los dos, su madre
y en su mayoría era calmar el excitante pensamiento que tenía sobre ella y sus bragas de encaje que ya había tenido el placer de tocar,
bía que podía llegar a ser convenenciera, y si se t
caso a Barrick. Y es que, cuando llegó a casa mencionando que la pequeña niña ya no era ot
abía visto, y le intrigó saber si se
sandalias grises. Cerró los ojos al escuchar la manera con la que se refería hacia él, algo que hac
alguno en lo que e
e a él. Cruzó las piernas con una increíble sensualidad que el cenizo no dudó ni un segundo en seguir su movimient
ombres eran iguales, y lo primero que se apresuraban a ver era si
y segura de que sí tienes
na sonrisa pícara. Él también se inclinó entonces acercando las manos hacia sus piernas desnud
nas hasta subir por sus muslos la dejó sin aliento, hasta que sintió presionar los dedos contra su trasero y en un movimiento le cargó
mpleta atención, ¿qu
eras, ignoró por completo lo que tenía que decir y colocó las manos sobre
murmuró, el hombre sonrí
stró y entonces Dylan supo
muy gr
os también estaba moviéndose al mismo ritmo que él. Sus delicadas manos se movían descubrie
bía visto en ella, algo que lo volvió loco por completo. En tan sólo unos momentos él había perdido el control y Dylan se movía
te en todos los sentidos, y tan sólo llevaba unas horas ahí, no esperaría
ordinario la hizo gemir al morder ligeramente sus labios y besarla con deseo. Su lengua abrió paso h
sabrochó de inmediato, jugó por unos segundos con el elástico de su ropa interior y entonces con la otra ma
padre arriba en el segundo piso bañándose, sólo quería retirar
y él habló risueño-. Cariño,
e el sofá para colocarse sobre de ella, y por más
ué h
s labios hacia la tela de sus bragas y echó una lengüetazo, el aliento cal
ró con fuerza ahogando un gemido y mordió sus labios con fuerza, los dedos del cenizo comenzaron a moverse con lentitud, sintiendo
tomó por sorpresa a la mujer que soltó un gemido. Llevó por insti
dedos y la chica volvi
do desapareció en cuanto el hombre siguió lamien
en un fuerte ronquido que inundó como trueno sus oídos, estaba bajando las escaleras
malicia y con su brazo izquierdo la detuvo con
se dedicó a sólo lamer su botón para
itar el nombre del hombre que
u espalda y se estremeció por los espasmos de su orgasmo. Sólo sintió la lengua de su contrincante paseándose con lentitud a través de su cu
más y sólo entonces escuchó los pasos
fá, ella levantó la cabeza de inmediato para buscarlo con la mirada, ni
enso desde mucho tiempo y es que con los únicos hombre con los que se había atrevido a estar eran nada más que unos patanes que creían que con una cogida sin juego previo era lo mejor. Además de que, en su ma
as para responder a las burlas de Bastian