encanto y empatía por las personas, para Bastian no le era agradable tratar con personas, especialmente si se trataba de Dylan. Francis le miró con reproche a
s extraños para que seguramente la familia, amigos y desconocidos se burlaran de su hermano, au
describía como una mujer sin vergüenza, es por ello p
este lugar? ¿Cómo se llaman? -entrecerró los ojos fingiendo p
a partir, no lo dejaría irse a menos que hiciera lo que le decía, y ent
una niña interesante, una tonta, mu
ella, en los dos sentidos tanto de edad como de altura, y alguien tan pequeño y frágil le a
as tal como un perro, o masajear su espalda
e los hacía ganar lo suficiente para que él pudiera darse sus lujos, así como su hermano que nunca se encontraba en casa sino viajando. Francis volvió a abrir la
o creció y comenzó a ser odiosa, al hombre de cabellos cenizos no le agradó y finalmente comenzó a alejarse, e incluso para cuando ella entró a la misma Preparatoria que él, decidió continuarla en una extranjera
aeropuerto con la velocidad al mínimo, podía ir por ella, pero si
nllevó a que ella fuera tan estresante. Veranos largos en la casa de los Henry, vacaciones, fiestas, reuniones, siempre estaban ahí. Afortun
ipio cuando conoció el poder que tenía sobre las mujeres le incomodó que eso sucediera, pero luego cuando su deseo creció no dudó ni un segundo en apro
enizo y ojos verdes, él sabía per
u miembro, sin rechistar ni problemas. La mirada del hombre se dirigió hacia una mujer alta de largo cabello azabache y un exquisito trasero redondo que meneaba al esper
acercó a ella, tocó su hombro y con
por las fosas nasales de la mujer y una excit
rica se encontrara con el hombre que le hablaba. Enar
ando una sonrisa perfecta, que de manera similar
bía comido antes y negó con lentitud recordando que en ningún momento
s, de hermosos ojos oscuros, labios carnosos que deseó probar, y una larga línea de piel que llevaba a
, frunció el ceño enfadado y esc
, no podía creer que aquella niña odiosa y fea, había perdido la "o" y ahora era una completa diosa, de largas pier
caminar tambaleando su exuberante cuerpo
también estuv
ahí, sin saber cómo reaccionar y al verla quitarse los zapatos y colocar los pies sobre el asiento para que su falda entonces se ajust
a. Bastian sólo logró asentir con la cabeza y continuar con la mirada hacia el camino-. ¿Y tú? ¿Qué hay de nuevo? Es deci
sa que no tenía pelos en la lengua para decir todo lo que
zapatos? -pregu
ruñido incómodo cuando terminó la frase y la volvió a mirar, ella sólo sonrió una vez más triunfant
ra que puedas admirar su largo? -ella soltó un
uedo darme una idea -murmuró acercándose a él para pelliz
iente delató sus intenciones, no quería contestar groser
bailo bie
ar seguramente tenían enormes posibilidades para ser
obre la rodilla de la chica, ella abrió un poco las piernas casi de inmediato. La mano de Bastian viajó con le
ás hasta quedar al descubierto para él. Bastian bajó más la mano, y tocó la fina tela que ya
ón no estaba del todo ahí, sólo la quería ver r
tomaron su brazo y supuso que
medio comenzó a masajear su clítoris, presionando y moviéndolo con tranquilidad, en su lugar Dylan intentaba controlarse para que las personas
n cuanto las ventanas cerraron, ella recostó la cabeza hacia atrás y esp
a en su propia pierna observando
í, ¿verdad? -reclamó
por unos segundos y llevó sus dedos