A
pero jamás me entregaría al enemigo con facilidad. Yo nunca pensé flaquear en ese sentido, debía mantener mi reputación y no mostrar
cerlo, que importaba si me torturaban para después matarme. Pero pri
a funda que suelo traer en mis hombros y pecho, después de instalar la otra en mi pierna donde iría
ar, nunca creí que llegaría hacer tal locura por una mujer, nunca pensé que podría arriesgar mi
a que tropezó conmigo. Su cuerpo pequeño, pero exuberante me volvió loco, sin contar su hermoso rostro y el bri
liar atendió al otro lado del teléfono
―solte un gruñido frustrado por s
mos de malas? ―dijo
ad hubiera preferido que así siguiera, pero Narkissa era muy obstinada. Por más que le deje dicho que no quería nada con ella e ignoro m
mos muy jóvenes, eran las jodidas reglas tradicionales de nuestra organización. Con la muerte de sus padres y de los míos todo eso se fue a la mierda,
ir, no después de mi Fiera. No podía pensar en nadie más, mi mente siempre estaba con ella, era la única mujer que deseaba y la que me
ntrolarme, no podía desquitarme con ella,
Y no permitiré que vayas a ese lugar a en
jer, la madre de mis hijos. Que no se te ocurra repetir algo así, porque no seré considerado la próxim
e inmiscuyese en mis asuntos y mucho menos me va a venir a decir si mi mujer vale la pena o no.
char el timbre de su voz temblar -¿Ella esta embarazada? -escuche com
mundo solo giraba alrededor de Lillie y pronto también seria con mis hijos, cualquiera que lo
mo te plazca ―determine tranquilo -No es
y de lo que había hecho en este tiempo,
ar dulzón ―Solo me preocupo por ti, sabes que eres el hombre
uchar esa mierda millones de veces, no quería s
o ―ignore su confesión melosa. Y colgu
ella nunca tenia fin. Me frustraba tenerla siempre detrás de mí, ya no era tan divertido c