nana! __ Si vas a llamar
más lejano de la mansión, marcó rápidamente, esperando que el hombre, contestara pronto. Este
segunda, contestó después de unos segund
ué su
la niña ya
¿ya soy abuelo?",
pero!
?, ¡Piedad responde!
l, al sentir el tibio aire caer sobre su nuca. Lentamente fue bajando la mirada, y sintió la sangre caer a sus pies, cu
el teléfono en su lugar, para luego, girar su cuerpo y quedar, frente a frente, con su jefa. Aquella
empo que abofeteaba con ambas manos a Piedad. __ ¿
tartamudeo, queriendo explicar
l señor Diego, para informar
¿oh qué?, gruñó rabiosa. Piedad intentaba e
ahora mismo
atrevas abrir la boca! ¡porque de hacerlo, te mato!
orra!, le juró que no diré n
verte! Te pague una buena cantidad de dinero, c
rika, ella necesit
e encargo yo. Gritó con fu
or mis cosa.
do lo echaré a la basura" ¡
nsion, aunque gritaba y lloraba con fuerzas, su llan
dejó caer de rodillas, miraba fijamente al oscuro cielo, para tra
dirigió a la vía principal, abrazada con sus pr
lgun taxi, con su ropa mojada y temblando de frío, entró al auto y se dirigió hasta
r que el pequeño aún iba a estar ahí, imagino que seguro las monjitas ya lo h
ntes nombrada como una loca, iba a reclamar el niño hasta que
niño, seguro irían a prisión, no, no podía ir a prisión, no hasta que le devolviera su hijo a Erika, no
s salieron, encontrarse con una mujer empapada de
n alegría subió las escaleras, la sonrisa dibujada en su
á mi nieto? ¡
n su mirada, G
ió muer
, exclamó
aste, aquel bast
cayó como vald
el frío rostro de su esposa, paso por su cos
encontró con su hija tendida e
xclamó con
su hija de esa manera, le partió el corazón, al recorrer l
u esposa, que se encontraba tras de él, agarro
ido que pudo la acomodo en el asiento del cop
ntras manejaba, no quitaba la mirada del volante,
segundos le miró, y co
rincesa! ¡por fa
iedo y la angustia se apoderó de él, pres
tró a emergencia g
ayada sobre sus brazos, Diego camino por lo
ebé en los brazos, en sus sueños, la adolescente sonreía mientra besaba a s
tación, su esposo no le contestaba la llamada, se quedó angustiada, d
colegio, tampoco deseaba que se muera, lo único que ella quería, era
despues que la corrieron de la hacienda, no tenia donde ir, esa casa
en la mansión Intriago, ahi sus padres se e
nacimiento de Erika, la niña de sus ojos, la amo como si fuera
arse a Dios, y lograr obtener el perdón qu
por el convento, hasta llegar donde se encontraban los bebés abandonados, se
as de llorar, todos esos angelitos habían sido abandonados por sus madres, había de todas la
busca del hijo de Erik
No hay recién nacidos?
on todos, resp
que se preguntaba. ¿Cómo? ¿Como era posible? si en la
onja, __ Por la noche nos encontramos en la puerta un
son los mas afortuna
Erika, ya había sido adoptado, le derrumbó todas las ilusiones que tenia de encontrarlo, p
ntento limpiarla antes que la noten, pero
ás. le dijo una de la monjas que
ló de sus ojos. Ella no se iba a coatumbrar, ella no podía acost
madres despiadadas abandonaban a sus hijos? pero sus lágrimas, eran de culpa, de dolor por haberle arreb