terrible porque ella disfrutaba de su labor estaba cansada, regresaba al departamento de Rafael ya que desde hace un mes ella se q
edido que se quedara en su casa un viernes y se había alargado durante todo el fin de semana, a partir de ese día
res de Rafael y él a los de ella, no había sido nada planificado simplemente había sucedido, ahora tenía gavetas y espacio en el closet para ella, el baño estaba lleno de sus perfumes, cremas y hasta su cepillo de dientes, era extraño pero al mismo tiempo a ella le encantaban esos detalles en la casa de Ra
o, era obvio que estarían juntos en esa ducha y como siempre le sucedía al pensar en el hombre sus pezones se alzaron en una rebelión de atención, sus labios su humedecieron de sus jugos con necesidad, tenían varios días sin verse por lo que la necesidad crecía con rapide
y abriendo la puerta de la
ra- gimió ella besándolo y
s de arrancarse la ropa del cuer
bos, recorría sus cue
viéndola con fuego, su miembro se alzaba o
mió ella devor
ellos deliciosamente, ella gemía, sujetaba su pelo con fuerza, sus ojos se cerraban con placer, él continuó bajando dejando besos por su cuerpo hasta llegar a sus labios, jugó con ellos usando su lengua, la abría, la saborea
Gemía ella cercando su lengua a su
n espasmos de placer que la llevaban a las nubes. Rafael se alejó entonces repartiendo besos por su cuerpo y cuando ella estaba a punto de arrodillarse él la detuvo, la tomó de las axilas levantándola para besarla salvajemente exci
ael quería excitarla un poco más, siguieron así durante unos segundos hasta que él por fin penetró su cuerpo con lentitud, sentía cada centímetro hundirse en ella, gemía con cada sensación por peq
imió ella cerca del orgasmo -h
dos de sus cuerpo resonaban -eres mía, eres mía preciosa. M
fael en su interior, su vagina se cerraba en espasmos de placer que lo hacían gemir a él, unos segundos después rugía con fuerza mientras su cuerpo temblaba, sus estocadas v
taba llenas de sexo pero también de muchas caricias, luego de cepillarse y limpiarse se recostaron juntos en la cama para hablar de todo y de nada, él la tocaba con dulzura, la besaba, y su corazón como siempre le sucedía se aceleraba, estaba segura de que sus ojos se llen
ría negarse ya que los señores eran las personas más dulces del mundo siempre lo acompañaba, era divertido, además casi siempre se aparecían sus hermanos buscando avergonzarlo porque ella siempre iba con él. A Cassy le encantaba la diná
e recostaba sobre el cuerpo de Rafael hasta que la película terminaba o hasta que alguno de ellos comenzaba a tocar al otro, en ese caso era ella acariciando el miembro de Rafael hasta que este se enardeció bajo sus manos volviéndose una erección completa, sin
gemía él -estoy a punto de c
za para luego volver a guardarlo en sus pantalones, él la besaba con deseo pero el placer había sido para Rafael y era todo lo que ella deseaba en ese
untó ella algo as
él con una media sonr
do- contestó ella r
arse pero no puedo esperar más, no quiero que te vayas y cuando digo eso me refiero a que no quiero tenerte conmigo solo los fines de semana, quiero poder disfrutarte siempre, poder acariciarte siempre y sobre todas las c
lla pudo decir antes de que las lágrimas
ras hasta que sus ojos brillaron y sus labios la adoraron, sus
lo- dijo ella -pero s
e nunca más- dijo él besándola
lo h