na de las sillas de una esquina y la tomó,llevándola hasta mi, poniéndola ju
ras él me miraba los labios -éramos grandes amigos y que valores siquiera esa posib
presionada por la confesión -me reclamó por romperte el corazón y le golpeé todo mi dolor en la cara. Sab
ica, sentir lo dolido que debía haber estado me tocó la fibra más honda de mi empatía y me acerqué a él, le tomé las manos y ll
erto, tenías que haberme reclamado a mí y no engañarme con tu
y devolverte el golpe. Jamás me he acostado con ella y tiempo después se fue del país, enamora
colgando de la cama mientras Malcolm te follaba poseído... Enloquecí. Me
ara, que aclarara todo contigo pero no lo hice. Le juré que me follaría a otra
to de la emoción oscura que me embargab
que ni la rozara, solo sería fingir y así, tu verías y oirías las idioteces que dije ese día. Solo que te adelantaste y no me
con obviedad y él me miró serio cuando le solté las manos q
go -acotó
ces,me habría llamado para contarme lo que pasaba y no se habría restregado sin ro
e levantó para sentarse a mi lado.
de seguridad de nuestra casa grabaron todo, puedo enseñarte el v
para tratar de aprovechar el momento y quedarse contigo cariño, eso no es creíble. Ella me hubiese llamado. Me conocía y a Malc también, lo hubiese hecho de otra forma y tú también. Fuiste un imbécil y aún lo eres... no sé como pretendes que me crea
se la vena de la frente muy f
única mujer que he amado en mi vida y q
que me tengas
bre tí -decidió ignorar mi reticencia a perdonarlo y prosiguió -cuando supe que Mal
dad -le interrumpí
mi lado en la cama -empecé a hacer de todo para que vinieras a la ciudad de nuevo y tratar de recuperarte. Quería vol
e golpe la sensación embriagadora de recordar lo que teníamos y reconocer cuanta razón tenía al decir que no con cu
tiene es
caja fuerte. No he querido deshacerme de el hasta q
nos en mi piel me nublaba los sentidos y me obligaba a desear que el mundo entero se detuviera solo para venerar lo que me hacía sentir aquel hombre que tanto amaba y que
me detuve cuando me besó entre las rodillas,
ordura cuando nos tocamos. Te deseo y no puedo ni hablar por saber
ue el deseo me ganó y sus palabras escondidas entre intentos de convencerme me sedujeron tanto que me perdí en
or sentirte y por meterm
da, sin miedo
uego resultaba mentira todo, pero no quise luchar más contra las ganas. Me dejé ganar por él, por su d
o el hueco en mi hombro -solo quería estar contigo a solas, desnudos de alma y sintiendo que aún
mor Jhonny,
la mía... sonreímos y nos fuimos despojando sin
irándome a los ojos como si tuviera miedo de que fuera una ilusión, algún product
aplaste tu pasión -me penetró sin previo aviso y me encorvé tanto que mis pezones tropezaron con su pecho -dame más Jhonny, deja de tener miedo a
me empujó por la cama y nos acomodó hasta que sub
es creerme que pase lo que pase, tú eres mía, petite -sacó su instrumento bestial hasta la misma entrada de m